La Legado de Raquel Hermida Leyenda: Defender la Voz de los Sin Voz
Murió en la quietud de la madrugada, dejando tras de sí un legado imborrable en la lucha por los derechos de las mujeres. María Raquel Hermida Leyenda, abogada con un enfoque firme en la perspectiva de género, partió a los 63 años en el CEMIC porteño, rodeada del cariño y la admiración de muchas mujeres a quienes defendió. Su vida estuvo marcada por una conexión profunda con sus clientas, a quienes consideraba como hermanas en la batalla contra un sistema judicial que muchas veces se mostraba adverso. Su ausencia se siente en la voz de Calu Rivero, quien la despidió como "la guardiana de muchas", resaltando su compromiso inquebrantable por la justicia sin buscar compensación económica.
El impacto de Hermida Leyenda va más allá de sus casos emblemáticos. Fue una figura central durante las convulsas jornadas del movimiento #NiUnaMenos, donde defendió a Calu Rivero en su denuncia contra el actor Juan Darthés por acoso sexual. Esta lucha no solo fue personal, sino que representó una ola de valentía que inspiró a otras mujeres, como Thelma Fardín, a alzar la voz. Raquel se convirtió en el vínculo esencial entre sus clientas y un sistema judicial reacio a escuchar. Su trabajo no solo incluyó el acompañamiento jurídico; fue un pilar fundamental en la creación de un espacio donde las mujeres se sintieran seguras para compartir sus historias y luchar por sus derechos.
Nacida en 1959 en el Centro Gallego de Buenos Aires, Hermida Leyenda eligió quedarse en Argentina, donde su pasión por el Derecho se transformó en un arma para los desamparados. Desde su primera defensa en la Universidad Católica hasta casos de gran notoriedad como el de Nahir Galarza y Beatriz López, su enfoque estaba siempre en la justicia en contextos de violencia de género. Su enfoque revolucionario llevó a cambios legales significativos, convirtiendo lo que antes se consideraba "imposible" en hitos jurisprudenciales. A pesar de su reputación como abogada feminista, Raquel rechazó ser reducida a un estereotipo, mostrando en cada intervención su conocimiento profundo y su compromiso inquebrantable con la verdad y la equidad.
La huella de Raquel Hermida Leyenda en la justicia argentina es indiscutible: no solo defendió a sus clientas, sino que luchó por la transformación de un sistema que frecuentemente negaba su voz. Su historia inspira a nuevas generaciones de feministas y abogados, subrayando la necesidad de seguir luchando por una justicia verdaderamente equitativa y accesible para todas.