La Temporada Invernal en Bariloche: Desafíos y Adaptaciones
Luego de una intensa ola polar que azotó la región cordillerana, muchos esperaban una acumulación significativa de nieve que fortaleciera la temporada invernal en Bariloche. Sin embargo, el cambio climático ha traído consigo temperaturas inusuales que han dificultado la llegada de nevadas naturales. Esto ha generado preocupación tanto en los concesionarios de esquí como en los entusiastas de deportes invernales, que ven cómo el paisaje blanco tan anhelado se convierte en un desafío para mantener viva la actividad turística en la zona.
A pesar de la escasez de nieve natural, los esfuerzos de la empresa Catedral Alta Patagonia (CAPSA) han permitido que el cerro Catedral y sus pistas se mantengan en funcionamiento. Gracias a la notable inversión en tecnología para la fabricación de nieve técnica, el complejo ha logrado acumular entre 5 y 50 centímetros de nieve artificial en sus pistas. Aunque solo tres de las 23 pistas del Sector Centro están habilitadas, el Sector Base continua operando con todos sus medios de elevación en pleno funcionamiento, lo que permite a los visitantes disfrutar de actividades como esquí y snowboard en condiciones adecuadas, a pesar de las circunstancias atípicas de la temporada.
En un contexto donde el clima impacta directamente en el turismo, la producción de nieve artificial se ha convertido en un salvavidas. Hasta el momento, el cerro Catedral ha creado alrededor de 99.000 metros cúbicos de nieve técnica, superando el 90% del volumen proyectado para la estación. Esta nieve, más densa que la natural, proporciona una base estable que permite el funcionamiento de las pistas, lo que ayuda a garantizar actividades en un año marcado por la incertidumbre climática. Así, mientras el invierno avanza sin el manto blanco esperado, Bariloche se aferra a la innovación y a la adaptabilidad para mantener su atractivo turístico.