Hoy, en un acto que resonó en todo el país, científicos e investigadores se reunieron en la plaza del Centro Cívico para manifestar su preocupación por la drástica reducción de recursos destinados a la ciencia y la tecnología en Argentina. Con carteles y máscaras inspiradas en la serie “El Eternauta”, el lema “Nadie se salva solo” simboliza un grito común por la defensa de un sector vital para el futuro del país. Los organizadores denunciaron un “Cientificidio” que se manifiesta en el congelamiento de procesos de incorporación al CONICET y parálisis en la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, poniendo en riesgo proyectos que son fundamentales para la sociedad.
Adriana Serquis, física e investigadora del CONICET, subrayó que el estado de la ciencia en Argentina es alarmante, afirmando que se están desoyendo las leyes nacionales que deberían garantizar su crecimiento. Los despidos, los bajos salarios y la escasez de financiamiento están llevando a una fuga de talento, dejando a unas 850 personas en espera de su incorporación al sistema. Además, Serquis destacó que la situación no es un asunto aislado; se está dando en más de diez ciudades y afecta a diversos organismos, incluyendo universidades de la región y el INTA, revelando lo acuciante de la crisis que enfrenta el sector.
La crítica de Serquis se extiende incluso a las políticas nucleares del actual gobierno, que considera una fachada para un desmantelamiento sistemático de la infraestructura científica del país. El proyecto CAREM, que debería destacar como un avance en términos de innovación, presenta un estado preocupante, con un 65% de avance físico paralizado y la renuncia del 20% del personal técnico. Esto representa una pérdida considerable de conocimiento acumulado y una inversión de 700 millones de dólares que podría quedar obsoleta si no se retoman los trabajos. Serquis no dudó en alertar que este desfinanciamiento afectará aún más proyectos estratégicos, como el reactor RA-10, lo que pone en jaque las herramientas necesarias para enfrentar desafíos futuros, desde la investigación del cambio climático hasta la prevención de incendios.