Colapinto, a la conquista de Eau Rouge

Este fin de semana, Franco Colapinto se prepara para un momento que todo piloto sueña: su debut en Fórmula 1 sobre uno de los trazados más emblemáticos del automovilismo mundial, el Circuito de Spa-Francorchamps. Dentro de este mítico circuito, se encuentra Eau Rouge, una curva que ha dejado huella en la historia de la categoría, desafiante y peligrosa. A velocidades cercanas a los 320 km/h, este sector ha sido favorecido y temido en igual medida, convirtiéndose en un verdadero rito de paso para los aspirantes a demostrar su valía al volante.

La magia y el riesgo de Eau Rouge

Situada en una zona con un arroyo de aguas ricas en hierro que le da su nombre, Eau Rouge –que significa “agua roja” en francés– ha sido testigo de momentos épicos y tragedias a lo largo de su historia. Desde su inauguración en 1939, esta variante del circuito, marcada por una subida pronunciada y una salida ‘a ciegas’, ha sido el lugar donde diversos pilotos intentaron superar sus límites. La exigencia física en este sector es extrema, con fuerzas que pueden llegar a 5G, lo que significa que el peso del piloto se multiplica por cinco durante la curva. Ayrton Senna, quien consideraba esta curva como un espacio sagrado donde “hablaba con Dios”, es testimonio del desafío que implica.

Un legado sombrío

La peligrosidad de Eau Rouge no es solo una cuestión de competitividad; el circuito ha sido escenario de lamentables accidentes. En total, 49 pilotos han perdido la vida en diferentes lugares del trazado, un dato que coloca a Spa entre los autódromos más mortales del mundo. Accidente tras accidente, desde Stefan Bellof hasta Dilan van’t Hoff, la curva ha demostrado ser una trampa mortal. A pesar de las mejoras en seguridad implementadas en 2022, Colapinto se presenta ante este desafío con un claro historial de éxitos en el circuito, habiendo cosechado dos victorias en la Fórmula Renault. Con ansias y un profundo respeto por la historia de Eau Rouge, el piloto argentino está listo para demostrar su potencial en el monoplaza del equipo Alpine. Lo que siente al abordar esta curva, como él mismo dice, es “increíble”.