Los secretos del Ciclón para mantenerse competitivo a pesar de la grave crisis institucional

Un San Lorenzo en alza
A medida que avanza el 2025, el Ciclón se encuentra en una posición envidiable en la tabla, codeándose con los equipos más destacados y luchando con fervor por un lugar en las copas internacionales. Esa tranquilidad en los resultados contrasta con la grave crisis institucional que atraviesa la institución. El primer semestre, bajo la dirección de Miguel Russo, fue clave: con su vasta experiencia, logró mantener al plantel alejado de los conflictos dirigenciales, asegurando que los jóvenes talentos se concentraran solo en lo que sucede dentro del campo de juego.

Un cambio de timón con Ayude
El segundo semestre llegó con cambios en el banquillo: Damián Ayude, un técnico que conoce al detalle a los jóvenes del club pero con poca experiencia en primera, tomó las riendas. A su lado, jugadores con trayectoria, como Cerutti, Romaña y Tripicchio, han respaldado su trabajo, manteniendo un estilo que ya había dado resultados. La conexión entre las generaciones de jugadores es notable, ya que muchos de estos juveniles han crecido en la institución y conocen bien la realidad del club, lo que les ha permitido lidiar con los problemas institucionales sin que eso afecte su desempeño en el campo.

Trabajo en equipo como motor del éxito
Sin lugar a dudas, el verdadero milagro detrás de este rendimiento del Ciclón es el trabajo conjunto. A pesar de los desafíos, el grupo se ha unido, apoyándose en el manager Roca Sánchez y distanciándose de una relación problemática con la dirigencia. Los problemas económicos son graves, pero no alcanzan la magnitud de situaciones pasadas. Con aislamiento, convicción y, sobre todo, un trabajo constante, el equipo se ilusiona con terminar el año en las primeras posiciones, demostrando que, en San Lorenzo, lo más importante es el compromiso en el campo de juego.