Cómo guardar la comida en la nevera durante el verano para que dure más
Por Juan Ríos
1. La importancia de la temperatura correcta
Durante el verano, las altas temperaturas pueden ser un verdadero desafío para conservar los alimentos. La temperatura ideal de la nevera debe estar entre los 0 y 5 grados Celsius. Si tu heladera no está lo suficientemente fría, ciertos alimentos pueden descomponerse más rápido de lo habitual. Un truco sencillo es colocar un termómetro en la nevera para asegurarte de que no exceda esta temperatura. Además, es fundamental evitar abrir la heladera innecesariamente, ya que cada vez que lo hacemos, el aire caliente entra y puede elevar la temperatura interna. Mantener una buena circulación del aire también es clave; por eso, no sobrecargues los estantes. Deja espacio entre los recipientes para que el aire frío pueda circular adecuadamente.
2. Almacenamiento adecuado de los alimentos
Cada tipo de alimento tiene su propio lugar en la nevera. Los productos lácteos y los huevos deben ir en el estante central, donde la temperatura es más estable. Por otro lado, las verduras y hortalizas se deben guardar en los cajones específicos, que están diseñados para mantener la humedad y evitar que se deshidraten. Un consejo útil es usar bolsas perforadas o envases con agujeros para que las verduras respiren, prolongando su frescura. Además, asegúrate de sellar bien todos los recipientes y de no guardar alimentos calientes. Antes de introducirlos en la heladera, dejales enfriar a temperatura ambiente para evitar que alteren el clima interno de la nevera.
3. Organización y rotación de productos
Una buena organización es clave para mantener los alimentos frescos. Ubica los productos que están por caducar al frente, de manera que los utilices primero. Esto no solo evita el desperdicio, sino que también te permitirá disfrutar de tus ingredientes en su mejor estado. Una técnica muy efectiva es el método FIFO (First In, First Out), que consiste en consumir primero los alimentos más antiguos. También es importante etiquetar los envases con la fecha de adquisición, así podrás tener un control más efectivo. Además, recuerda mantener un registro de la limpieza de la heladera; desinfectarla regularmente ayuda a eliminar olores y prolongar la vida útil de los alimentos. ¡Con pequeños cambios en la organización, tu heladera puede convertirse en tu mejor aliada durante el verano!