Cristina Fernández de Kirchner reapareció este lunes en la sede nacional del Partido Justicialista en medio de la expectativa por un inminente fallo de la Corte Suprema en la causa Vialidad, que podría dejarla en situación de cumplir prisión domiciliaria e inhabilitada para competir en elecciones.
La ex mandataria encabezó un acto rodeada de dirigentes, sindicalistas, legisladores, militantes y funcionarios, en lo que se interpretó como una señal política frente al contexto judicial que atraviesa. También asistió el gobernador bonaerense Axel Kicillof, cuya presencia no estaba confirmada.
Durante su discurso, Cristina aseguró: “Estar presa es un certificado de dignidad”, en una frase que generó repercusiones inmediatas. La ex presidenta apuntó contra lo que considera una utilización política del Poder Judicial:
“Los que hicieron megacanjes y endeudaron al país siguen libres. Los de las autopistas, los parques eólicos, también. Entonces, estar presa es un certificado de dignidad”, afirmó.
Señal interna y tensiones en el PJ
Más allá del mensaje dirigido a la Corte, la ex mandataria también hizo referencia a la interna del peronismo.
“Tenemos un problema cuando se llega con un proceso colectivo y luego se actúa como si se representara un proyecto personal. Eso no es nuevo en el peronismo”, expresó, en una clara alusión a sectores que se alejaron del kirchnerismo tras las últimas elecciones.
Reivindicó la elección de 2019 como ejemplo de unidad electoral y señaló que en 2023 “se estuvo a dos puntos de ganar”, aunque también reconoció errores y “defecciones” dentro del espacio.
Contexto y estrategia
La causa Vialidad se encuentra en etapa de revisión final por parte del máximo tribunal. Un fallo condenatorio limitaría el futuro político de Cristina Kirchner y representaría un golpe a su intento de conservar centralidad en la escena nacional.
La convocatoria a la sede del PJ buscó mostrarse como una demostración de respaldo dentro del espacio Unión por la Patria, aunque también evidenció las diferencias internas y la necesidad de reorganización de cara al futuro.
En otro tramo del acto, la ex presidenta vinculó el momento político actual con hechos históricos del siglo XX:
“Estas cosas pasaban en el país. Fusilaban gente. Hoy no es lo mismo, pero hay formas distintas de persecución”, sostuvo, en un discurso que alternó memoria, advertencias y defensa personal.
