El máximo tribunal, integrado por Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti, rechazó por unanimidad todas las apelaciones. La decisión no solo confirma la prisión, sino que también inhabilita de por vida a la ex presidenta para ejercer cargos públicos. Además, se ordenó el decomiso de $84.000 millones.
Cristina no podrá ser candidata en las elecciones legislativas de este año, donde se especulaba con su regreso. Todo indica que el Tribunal Oral Federal Nº2 le otorgará el arresto domiciliario por tener más de 70 años, pero el impacto político ya es irreversible.
La Corte fue contundente: “La decisión presidencial relegó la ventaja del Estado por los intereses privados”. Y agregó: “Fernández de Kirchner previó y quiso el resultado delictivo”. Las relaciones comerciales con Báez, los negocios inmobiliarios y la operatoria con los hoteles familiares fueron piezas clave en el fallo.
En su argumentación, los jueces descartaron todas las objeciones de la defensa: no hubo arbitrariedad, se garantizó el debido proceso y no se vulneraron derechos constitucionales. Los planteos sobre supuesta parcialidad fueron desestimados por “meras conjeturas sin sustento”.
Con este fallo, la historia política argentina da un giro. Cristina se convierte en la segunda ex presidenta condenada en democracia, después de Carlos Menem. Su carrera electoral queda clausurada, y el caso Vialidad se consolida como un emblema de la corrupción en la obra pública.