Incumplimientos y Desafíos en la Audiencia Pública de Transporte en Bariloche
La reciente audiencia pública sobre el aumento del boleto de transporte en Bariloche dejó en evidencia una serie de irregularidades que generaron descontento entre los vecinos de la ciudad. Según informó la Defensoría del Pueblo, hubo un claro incumplimiento de la Ordenanza 1744-CM-07, que establece las reglas y procedimientos para estos encuentros. La falta de dirección adecuada durante la audiencia limitó el ejercicio del derecho a la participación ciudadana, ya que no se garantizó un marco donde los asistentes pudieran expresar sus inquietudes de manera efectiva. Además, la ausencia de funcionarios del Departamento Ejecutivo Municipal, encargados de supervisar el servicio, impidió que se brindaran respuestas a las interrogantes planteadas por los ciudadanos.
Rechazo al Aumento y Deficiencias del Servicio
Durante la audiencia, la Defensora del Pueblo, Mariana Minuth, hizo hincapié en su rechazo al aumento tarifario propuesto. Sostuvo que la calidad del servicio es defectuosa, mencionando que las frecuencias son insuficientes y los recorridos son tortuosos. A su juicio, la concesionaria Mi Bus no solo no ha cumplido con sus responsabilidades, sino que, irónicamente, “nunca pierde”, ya que recibe varios subsidios mensuales y ganancias a partir del descuento que los barilochenses tienen en la tarjeta SUBE. Esta situación plantea una pregunta crítica: ¿cómo es posible que se justifique un aumento tarifario cuando los usuarios están recibiendo un servicio por debajo de los estándares de calidad?
La Importancia del Derecho a la Movilidad
El Consultor de Gestión Institucional de la Defensoría del Pueblo, Guillermo Viegas Navarro, subrayó que el transporte no debe ser considerado meramente un servicio comercial, sino un derecho social fundamental. Este derecho es crucial para facilitar el acceso a la educación, el trabajo y la salud. Se destacó que la responsabilidad del adecuado funcionamiento del transporte recae sobre el Estado Municipal, que no está cumpliendo con los estándares acordados, como se observa en el número de unidades que actualmente circulan: 72, muy por debajo del mínimo previsto de 100. También se mencionó la falta de una aplicación digital prometida para mejorar el servicio, así como la carencia de información pública que limite la transparencia y la participación de la comunidad en decisiones tan importantes como las auditorías y revisiones tarifarias.
Con estos puntos en consideración, queda claro que Bariloche enfrenta serios desafíos en su sistema de transporte, donde la voz de los ciudadanos debe ser escuchada y atendida.


