Un Testimonio de Valor y Compromiso
Hoy, 14 de agosto, se conmemora el Día de la Mujer Policía, y es un momento propicio para resaltar la historia de Marisol Noemí García, comisario inspector en la Policía de Río Negro. Marisol, quien desde sus inicios ha llevado su labor con gran vocación y compromiso, compartió su experiencia y su profunda conexión con la profesión. “Lo vivo como parte de mi identidad, no sólo como una profesión, es algo que se lleva en la piel”, expresó, reflejando la inquebrantable pasión que siente por su trabajo.
La trayectoria de Marisol es un ejemplo de dedicación y esfuerzo. Nacida en una familia humilde, su camino hacia la policía comenzó en 1997, tras finalizar el colegio secundario. Luego de dos años de formación en el Servicio Penitenciario de Córdoba, gracias a una beca de la Policía de Río Negro, egresó en el año 2000. Desde entonces, su carrera ha sido multifacética. Ha pasado por diversas comisarías, desempeñando roles fundamentales, incluyendo la de instructora en escuelas de cadetes y, más recientemente, como Segunda Jefa en la Unidad Regional Tercera, tras su paso por la Comisaría de la Familia de Bariloche.
Marisol no solo enfrenta los retos cotidianos de su función policial, sino que también lleva una carga social importante. Al hablar sobre su experiencia, subrayó que ser mujer en una fuerza históricamente masculina implica una doble responsabilidad: “Socialmente, significa romper estereotipos y demostrar que la vocación, la valentía y la capacidad no tienen género”. Esta reflexión revela su visión de que cada persona, sin importar su género, posee las competencias necesarias para servir y proteger. A nivel personal, revela el desafío de equilibrar su vida profesional con la maternidad y las responsabilidades del hogar, lo que la impulsa a ser empática y disciplinada al mismo tiempo.