La Oportunidad de Viajar: La Baja del Dólar y Su Impacto en el Turismo Argentino
La reciente baja del dólar ha abierto las puertas a un nuevo mundo de posibilidades para los turistas argentinos. Con la moneda estadounidense tocando mínimos históricos, viajar al exterior se ha vuelto significativamente más accesible. Pasajes aéreos y alojamientos, así como comidas, transporte y compras, están al alcance de más bolsillos. Destinos que antes se percibían como un lujo inaccesible, como Miami y varias capitales europeas, ahora son considerados opciones viables para las vacaciones de muchos argentinos. Este fenómeno no solo afecta a los viajes familiares o las escapadas, sino que también refleja un cambio en los hábitos de consumo, donde los argentinos están dispuestos a explorar nuevas culturas y experiencias sin el temor de que sus ahorros se esfumen en el proceso.
Sin embargo, este auge en el turismo emisivo ha traído consigo un notable desbalance en la balanza turística del país. Según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el déficit en la balanza de servicios ha alcanzado cifras preocupantes, alcanzando los u$s1.161 millones solo en abril de 2025. Este número incluye grandes sumas gastadas en "Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta", lo que pone de manifiesto el fuerte deseo de los argentinos por explorar el exterior. A su vez, el crecimiento del gasto en turismo afuera contrasta con la disminución de turistas que eligen Argentina como destino. La caída de visitantes extranjeros, especialmente de países cercanos como Brasil, Chile y Paraguay, ha profundizado aún más este déficit, poniendo presión sobre la economía nacional.
El papel del Gobierno también es crucial en este contexto. Daniel Scioli, Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, ha señalado la necesidad de revisar cómo se contabilizan y analizan los gastos relacionados con el turismo. La inclusión errónea de ciertos consumos digitales dentro de los gastos turísticos puede distorsionar la percepción real del impacto económico que tiene este fenómeno. Con la expectativa de que los datos se ajusten y reflejen de forma más precisa la distribución del gasto turístico, el Gobierno podría verse obligado a replantear su estrategia en materia cambiaria para equilibrar la balanza. Por ahora, los argentinos disfrutan de esta "plata dulce", disfrutando de viajes internacionales tan accesibles como nunca antes.