Madame Papin: Su Lucha por la Recuperación Tras un Accidente
El 26 de abril, la reconocida cocinera argentina Madame Papin, cuyo verdadero nombre es Mónica Borda, protagonizó un trágico accidente automovilístico en el barrio de Núñez, lo que la llevó a ser internada en terapia intensiva de una clínica en la Ciudad de Buenos Aires. Desde entonces, su hija, Lucía Marinaro, ha estado encargándose de proporcionar actualizaciones sobre la salud de su madre a través de distintas plataformas. Las redes sociales de Madame quedaron momentáneamente inactivas, un silencio que fue interrumpido después de casi 15 días, cuando finalmente volvió a compartir un mensaje con sus seguidores.
Su Mensaje desde el Hospital
En un emotivo video grabado desde su camilla en el hospital, Madame Papin se mostró con optimismo. Con las piernas envueltas en electrodos de kinesiología, inició su mensaje con un cálido “Muy buenos días, me voy recuperando despacio”. En un momento conmovedor, detalló los pormenores del accidente: “Para los que no saben, me atropelló un auto en Avenida del Libertador. Podría estar abajo de la tierra, pero no era mi momento todavía”.
Su gratitud hacia quienes la apoyaron fue clara cuando mencionó los “saludos, abrazos, cariños y oraciones” que había recibido, dándole un sentido humano a su experiencia.
Las Lesiones y Esperanzas de Recuperación
En el video, compartió información sobre sus lesiones, que incluyen una fractura de cráneo, un hueso roto en el oído y una rodilla dañada. “Todo lo que me está pasando, gracias a Dios, los doctores dicen que es pasajero”, subrayó, ofreciendo un rayo de esperanza a sus seguidores. La recuperación promete ser un camino difícil; Lucía, su hija, también comentó que su madre había salido de terapia intensiva, pero que seguía experimentando un dolor significativo.
La interrogante sobre cuándo podría realizarse una cirugía de rodilla permanece; este es un aspecto crucial para la salud y movilidad de Madame, según mencionó Lucía en una entrevista con Teleshow.
Una Carrera Marcada por la Pasión y la Solidaria
Mónica Borda ha ganado popularidad en la pantalla de la TV Pública, particularmente en programas como "Cocineros Argentinos" y "Cocinate". A diferencia de muchos de sus colegas, ella prefiere el término "cocinera" en lugar de "chef", reflejando su filosofía autodidacta y su identidad, caracterizada por un estilo punk. Su apariencia distintiva, que incluye un cabello corto y despeinado y brazos adornados con tatuajes significativos, la distingue en el mundo culinario.
La pasión de Madame por la cocina germinó de un amor por los "papines andinos", un producto que ha integrado en su propuesta gastronómica. En una entrevista con Urbana Play, mencionó cómo su interés por los alimentos comenzó al dedicar catering para su propia familia, lo que la llevó a descubrir la riqueza de los productos argentinos que a menudo se pasan por alto.
Compromiso Social y Activismo
Además de su inmensa contribución al mundo culinario, Madame Papin es conocida por su fuerte compromiso social. Se enorgullece de su labor solidaria, donde busca proporcionar comida a quienes no tienen acceso a ella. “La misma comida que doy en un catering o que preparamos en nuestras casas, la llevo a la calle”, confesó sobre sus iniciativas de cocina y ayuda.
Esta misión ha tomado forma a través de ferias y eventos benéficos que organiza para colaborar con el Hospital Moyano y otros programas comunitarios. En una entrevista con Página 12, expresó su deseo de cambiar lo que puede: “Ya no quiero cambiar el mundo porque creo que es imposible, pero trato de cambiar la baldosa que piso, para que todo sea más parejo”.
Reflexiones Personales y Legado
Detrás de su trayectoria, Madame Papin ha enfrentado desafíos personales significativos. La vida de Mónica no ha estado exenta de pérdidas, incluida la muerte de su hijo Guido en 2018. Los tatuajes que adornan sus brazos no solo son símbolos de su amor por la cocina, sino que también llevan las memorias de su vida y sus seres queridos.
La figura de Madame Papin se ha convertido en un símbolo de resiliencia, pasión y compromiso, tanto en la cocina como en la comunidad. Su reciente accidente solo añade otra capa a su narrativa, mostrando cómo se enfrenta a la adversidad con una determinación admirable y un espíritu inquebrantable.
