Julieta Prandi se encuentra en un momento crucial tras dos días de juicio intensos enfocados en su demanda contra Claudio Contardi por abuso sexual agravado. A medida que se aproxima el veredicto, el abogado de Prandi compartió detalles sobre el proceso legal y las expectativas de una condena de 50 años. A pesar de la naturaleza delicada de estos casos, el letrado enfatizó la originalidad y la solidez del caso, resaltando que “abundaron las pruebas testimoniales”. Esto es crucial en delitos de abuso sexual, que suelen ser difíciles de probar. Sin embargo, Prandi cuenta con un relato sostenido en el tiempo, avalado por 13 testigos y corroborado con una pericia psicológica que refuerza su testimonio.
Durante la rueda de prensa, el abogado también abordó la solicitud de condena de 50 años, mencionando que buscan una sentencia que sea proporcional a la gravedad del delito. “No es solo una cuestión de años, sino de justicia,” afirmó, subrayando que el fiscal había solicitado 20 años debido a un enfoque más objetivo. Sin embargo, el equipo legal de Prandi sostiene que Dueño de un historial problemático, Contardi es incapaz de ser resocializado, lo que representa un peligro inminente para Julieta y su familia. El abogado insistió en que el foco debe estar en garantizar la seguridad de su clienta, resaltando el sufrimiento sufrido a lo largo de su relación, donde las relaciones no consensuadas marcaron su camino.
En medio de la anticipación del veredicto, Julieta se presentó ante la prensa con la voz temblorosa y una clara emocionalidad acumulada. Expresó su temor por la seguridad de sus hijos y de su propia vida, lo que la llevó a solicitar una prisión preventiva de Contardi, aunque esta no fue otorgada en la audiencia. Pese a la prohibición de acercamiento y de salida del país impuesta a Contardi, la angustia se mantiene viva en la actriz, quien comentó que “no me deja tranquila porque sé que no actúa solo”. A medida que la espera por la sentencia se intensifica, Prandi ha exigido medidas de protección adicionales, sabiendo bien lo que está en juego. Cada palabra, cada paso en este proceso resuena con el eco de una lucha por justicia y seguridad personal en medio de un panorama doloroso.
