El celular no te escucha, pero sí te rastrea: cómo las apps usan Bluetooth y WiFi para seguir la ubicación
La realidad del rastreo en tu smartphone
¡Hablemos claro! Todos hemos escuchado el mito de que los celulares nos escuchan a través del micrófono. Sin embargo, la verdad es más sutil: las aplicaciones que usas logran rastrear tu ubicación a través de Bluetooth y WiFi. ¿Cómo es esto posible? Cuando activás tu Bluetooth y WiFi, tu dispositivo envía señales en busca de redes y dispositivos cercanos. Esto no solo está diseñado para conectarte a Internet o a tus auriculares, sino que también permite a las apps recopilar datos de ubicación. Por ejemplo, si ingresás a un café que tiene WiFi gratis, la app puede detectar tu presencia y registrar tu ubicación exacta. A pesar de que no estés hablando, tu celular está atento a todo lo que sucede a tu alrededor.
El funcionamiento de las aplicaciones
¿Por qué las aplicaciones quieren rastrear tu ubicación? Principalmente, para ofrecerte una experiencia más personalizada. Muchas apps, como las de navegación o las de delivery, utilizan tu GPS, pero también dependen del Bluetooth y WiFi para mejorar la precisión de tus datos de ubicación. Esto es especialmente útil en áreas urbanas Densas, donde las señales GPS pueden volverse inexactas. Por ejemplo, una app de localización puede usar “puntos de acceso WiFi” cercanos como referencia para determinar tu ubicación dentro de un edificio. A veces, esa información puede ser compartida con anunciantes, quienes aprovechan esos datos para mostrarte publicidad específica según tus hábitos de desplazamiento. En este juego de dar y recibir, tu ubicación se convierte en un valioso recurso.
Protegiendo tu privacidad en la era digital
Dada la magnitud de la recopilación de datos, es fundamental que te preguntes: ¿Cómo podés proteger tu privacidad? Una opción es desactivar el Bluetooth y WiFi cuando no los necesites. Además, muchas aplicaciones permiten ajustar las configuraciones de privacidad desde la sección de ajustes de tu dispositivo. Ahí podés decidir si querés compartir tu ubicación continuamente o solamente mientras uses la app. Configura tus permisos y sé selectivo con las aplicaciones que instalás. Conocé las políticas de privacidad: muchas veces, las apps tienen cláusulas que te permiten conocer cómo usan tus datos. Aunque pueda parecer complicado, mantener un control sobre la información que compartís es clave para navegar en un mundo donde el rastreo es cada vez más habitual.