El Regreso del Pochi Chávez y su Contundente Expulsión
En un episodio que pocos esperaban, Cristian “Pochi” Chávez volvió del retiro al fútbol boliviano, vestida con la camiseta de Jorge Wilstermann. Sin embargo, su retorno no fue el soñado. Apenas nueve minutos después de ingresar al campo, durante un partido contra San Antonio Bulo Bulo, recibió una tarjeta roja directa tras una falta imprudente que impactó tanto al árbitro como a la hinchada. En ese breve lapso, el equipo ya estaba siendo goleado 3-0, lo que dejó un extraño sabor en el aire: el regreso de una figura reconocida se transformó rápidamente en una pesadilla.
A sus 39 años, Chávez se había ganado el cariño de los fanáticos por su paso en el club, donde había solidificado su carrera desde 2017 y alcanzado los cuartos de final de la Copa Libertadores en 2017. Por lo tanto, su ingreso como reemplazo al minuto 15 del segundo tiempo fue recibido con aplausos y esperanza. Esa misma esperanza se desvaneció cuando, en un intento desesperado por recuperar la pelota, cometió una falta tan dura que requirió la intervención del VAR; esto le costó su lugar en el equipo, enviándolo rápidamente a los vestuarios.
La Dura Realidad de Wilstermann
El contexto de su regreso es notable. Chávez no solo era el mediocampista estrella, sino que asumió el rol de entrenador en un club que atraviesa una complicada situación económica, que le impide reforzarse adecuadamente. En un intento por salvar al equipo, se puso los botines mientras Humberto Viviani asumía las riendas tácticas. Este año, Wilstermann se encuentra luchando en la tabla, en la penúltima posición con 6 puntos, por encima de Aurora, que arrastra un saldo negativo de -13 unidades debido a un castigo por un escándalo de falsificación de identidad de un jugador. El regreso del Pochi, más que una historia de gloria, parece ser un llamado de alerta sobre la necesidad de un cambio en la dirección del club.
Un Pasado Brillante en Boca
Antes de su paso por el fútbol boliviano, el Pochi dejó una marca indeleble en Boca Juniors, donde llegó a las inferiores en 2005. Su trayectoria en el club incluyó 159 partidos, con 11 goles y 11 asistencias. Durante su paso por el Xeneize, se alzó con importantes títulos, incluyendo los Torneos Apertura de 2008 y 2011, así como la primera edición de la Copa Argentina en 2012. Tras su salida en 2013, dejó una huella imborrable, pero su anhelo por volver al fútbol lo llevó a la incertidumbre y la presión en Bolivia. Si bien el Pochi es recordado por sus logros, su regreso también plantea preguntas sobre el futuro y la dirección de su nueva aventura en Jorge Wilstermann.
