Inflación en Argentina: Un Escenario Complejo
La inflación en Argentina sigue siendo una preocupación central tanto para el gobierno como para los economistas, especialmente en un contexto global donde la economía muestra signos de recuperación. El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó recientemente su informe de Perspectivas de la Economía Mundial, donde se estima que la inflación del país se ubicará entre un 18% y un 23% al final de este año. Según Pierre-Olivier Gourinchas, un economista destacado del FMI, esta predicción refleja los esfuerzos del gobierno por estabilizar la economía. Durante una rueda de prensa en Washington, Gourinchas destacó que la economía argentina se encuentra en un proceso de fuerte recuperación, impulsada por un aumento en la confianza empresarial y mejoras en el acceso al crédito, además de un incremento en los salarios reales.
Sin embargo, las proyecciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) presentan un panorama más pesimista. Economistas que forman parte de este conjunto estiman que la inflación para el año en curso alcanzará un 27%. Aunque esta cifra es más alta que la del FMI, los expertos del REM confían en que la inflación podría desacelerarse en 2024 a un 20.8% anual, a medida que la economía siga expandiéndose. Estas expectativas son cruciales, ya que representan interpretaciones del pulso económico del país y la capacidad del gobierno para manejar la situación.
En el ámbito regional, Argentina se destaca como una de las economías con mayor tasa de crecimiento prevista, superando el promedio de América Latina, que se estima en un 2.2% para este año. A nivel global, el FMI anticipa un crecimiento del 3% para 2023, con una ligera mejora a 3.1% para 2026. Este entorno, aunque caracterizado por desafíos inflacionarios, también ofrece oportunidades para que Argentina avance económicamente, siempre y cuando se continúen implementando políticas adecuadas que fomenten la estabilidad y el crecimiento sostenible.
