Cambios en el Gabinete: Una Nueva Era para la Seguridad y Defensa en Argentina
El 23 de noviembre de 2025 marca un hito significativo en la política argentina con la oficialización de los reemplazos de los ministros de Seguridad y Defensa. Tras la salida de Patricia Bullrich y Luis Petri, la actual número dos de Seguridad, Alejandra Monteoliva, asumirá el liderazgo de la cartera. Por su parte, el nuevo titular del Ministerio de Defensa será el teniente general Carlos Alberto Presti, quien se convierte en el primer militar en ocupar este cargo desde el retorno a la democracia. Este cambio es particularmente relevante, ya que pone de relieve una nueva dirección en las políticas de seguridad y defensa del país, enfatizando un enfoque más militar en la gestión de estos ministerios.
La Casa Rosada comunicó los nombramientos a través de un comunicado oficial, en el que el presidente Javier Milei agradeció los servicios de Bullrich y Petri, quienes regresarán al Congreso tras las elecciones. Monteoliva ha sido presentada como una figura clave en la “Doctrina Bullrich,” que prioriza la lucha contra el narcoterrorismo y el restablecimiento del orden en las calles. La nueva ministra ha sido promovida por su predecesora, lo que sugiere continuidad en la línea de acción emprendida hasta el momento. Las palabras de la administración subrayan que ambas designaciones continuarán el rumbo progresivo establecido desde diciembre de 2023.
El nombramiento de Carlos Presti ha generado ciertas expectativas y comentarios al ser un general con una trayectoria intachable. Desde el gobierno resaltan que su llegada al Ministerio de Defensa, marca un cierre a la “demonización” de las Fuerzas Armadas. Este gesto busca restaurar el respeto y la profesionalización de las instituciones militares en Argentina. En declaraciones recientes, alaban su compromiso y capacidad para implementar las reformas necesarias en el sector, prometiendo un enfoque renovado y eficiente en la defensa nacional, así como un respaldo a las Fuerzas Armadas en su misión de proteger el país. Este tipo de cambios reafirman una visión de seguridad sólida y despolitizada, enfocada en resultados concretos para todos los argentinos.


