El Desafío del Superávit Fiscal en Argentina
El Gobierno argentino se encuentra en un momento crucial mientras se aproxima el cierre del año y la fecha límite para alcanzar las metas fijadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En octubre, se anunció un superávit fiscal primario que alcanzó los 823.925 millones de pesos, una cifra que sin dudas marca un avance significativo en la gestión económica. Este resultado es alentador, especialmente si consideramos que el superávit financiero, excluyendo los pagos de intereses, sumó 517.672 millones de pesos. Sin embargo, para cumplir con la meta anual de un superávit del 1,6% del Producto Bruto Interno (PBI), el Gobierno necesita alcanzar un 0,2 puntos más durante noviembre y diciembre, lo cual presenta su propio conjunto de retos.
Analizando los ingresos y gastos del Sector Público Nacional, se pueden notar incrementos en la recaudación tributaria, especialmente por derechos de importación y otros impuestos. Sin embargo, es importante mencionar que, cuando ajustamos por inflación, los ingresos totales de octubre evidencian una caída real del 2,4%, con los ingresos tributarios experimentando un descenso del 5,3% interanual. Esta situación pone de relieve la presión inflacionaria que enfrenta el Gobierno, complicando el panorama para continuar optimizando la recaudación. Además, diciembre se vislumbra como un mes complicado por los tradicionales pagos de aguinaldos, que podrían afectar el superávit esperado.
Por otro lado, el gasto público también muestra un ajuste cauteloso. En términos reales, el gasto primario disminuyó un 1,3%, alcanzando los 11,1 billones de pesos. Esta contención en el gasto ha sido posible gracias a la reducción en la estructura de empleados públicos y unos incrementos controlados en las remuneraciones y prestaciones sociales. No obstante, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal ha advertido sobre una baja real del 16% en el superávit primario al observar su valor constante. A pesar de estos desafíos, el Gobierno sigue priorizando el cumplimiento de las metas fiscales, lo que evidencia un compromiso firme hacia el fin del año fiscal.
