Cambios en la Corte Suprema: Un Proyecto Controversial
En un contexto que promete remodelar el sistema judicial argentino, el Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, ha expresado que una iniciativa presentada por el senador Juan Carlos Romero está siendo seriamente considerada. La propuesta sugiere aumentar la cantidad de jueces de la Corte Suprema de cinco a siete, un cambio que busca abordar la dificultad que enfrenta el tribunal en su funcionamiento actual. En un evento reciente, Cúneo Libarona destacó que, aunque la Corte ha recurrido a conjueces para garantizar el quórum, este método no asegura un ejercicio óptimo de sus funciones. La discusión sobre este proyecto ha generado un amplio debate en diversos espacios políticos y académicos, poniendo de relieve las necesidades urgentes de la Justicia en el país.
El Ministro también se pronunció a favor de implementar un nuevo modelo acusatorio, a pesar de las resistencias administrativas que enfrenta, especialmente por parte de los fiscales. Cúneo Libarona subrayó que este cambio buscará acelerar los procedimientos judiciales, prometiendo que las sentencias podrían dictarse en un plazo de 48 horas. Esta declaración refleja la intención del Gobierno de fortalecer la independencia judicial, que ha sido un tema candente durante el último año y medio. La discusión sobre el modelo acusatorio también se entrelaza con la necesidad de revitalizar la actual estructura de la Corte, donde la falta de recursos y el número reducido de magistrados se evidencian en los desafíos diarios que enfrenta.
En paralelo a la iniciativa legislativa, el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, ha lanzado su propio proyecto para modernizar los archivos y procesos internos del tribunal. Esta revisión se presenta como parte de una reforma estructural más amplia dentro del Poder Judicial, un aspecto que se vuelve crucial en un clima político donde el Gobierno impulsa cambios en diversas áreas. La propuesta de aumentar los jueces ha generado intensos debates en el Congreso, evidenciando la disparidad de opiniones desde los sectores políticos y jurídicos. Sin un respaldo mayoritario claro, el futuro de la Corte Suprema y su estructura continúa siendo un tema de debate acalorado en el ámbito nacional.