Escándalo en el Clásico de Mataderos
El pasado domingo, el partido entre Almirante Brown y Nueva Chicago dejó una mancha imborrable en el deporte argentino. El encuentro, que finalizó con una victoria de la Fragata por 3-1, se tornó caótico en los minutos finales, cuando los jugadores de ambos equipos se vieron envueltos en una gresca desmedida tras el tercer gol de Almirante. La calentura no solo quedó en el campo, también se trasladó a las tribunas, donde los hinchas protagonizaron un bochornoso episodio de violencia.
Medidas drásticas de la AFA
Ante la gravedad de los incidentes, el Tribunal de Disciplina de la AFA no dudó en poner manos a la obra. El estadio República de Mataderos ha sido clausurado de manera provisoria mientras se lleva a cabo una investigación. Mauro Ortíz, Juan Sebastián Mendoza y Sergio Ortíz de Nueva Chicago, junto a Patricio Pizarro de Almirante, recibirán cuatro fechas de suspensión, mientras que Nelson Alegre Rojas, también de Almirante, deberá cumplir dos partidos fuera de la cancha. Estas sanciones se dictaron bajo los artículos 13 y 12 del Código Disciplinario de la AFA.
Un clima de incertidumbre
El clima de tensión no solo afecta a los jugadores, sino también a los clubes, que ahora tienen cinco días para presentar su descargo. La hinchada, en tanto, se pregunta cómo estos eventos impactarán en el futuro inmediato de ambos equipos. En un contexto donde el fútbol debería ser sinónimo de pasión y unidad, lo ocurrido en Mataderos resalta la necesidad de medidas más firmes contra la violencia en el deporte, aumentando la preocupación y el malestar en toda la comunidad futbolística.