La Tensión en Comodoro Py: Detenciones en la Causa del Lavado de Dinero
Los pasillos de los tribunales federales de Comodoro Py se llenaron de una palpable tensión el pasado día en que Fabián Rossi, exapoderado de la financiera S.G.I, conocida popularmente como “La Rosadita”, se presentó para cumplir con su condena en la causa “La Ruta del dinero K”. La llegada de Rossi marcó el inicio de una cadena de detenciones que incluyó a otros implicados en este escandaloso caso de lavado de dinero que ha sacudido a Argentina. A su vez, otros nombres como Eduardo Castro, César Fernández y Carlos Molinari se sumarían a la lista de condenados. Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de ausencias; notablemente, Julio Mendoza, con problemas de salud, y Juan Alberto De Rasis, quien se encuentra fuera del país, no pudieron estar presentes, generando más incertidumbre en el ambiente judicial.
El contexto de estas detenciones se enmarca en un fallo reciente de la Corte Suprema que confirmó condenas por delitos de lavado de dinero. Este veredicto, que ha resonado en el ámbito político y jurídico, fue impulsado por Abel Córdoba, el fiscal del caso. Con esto, se buscó que los condenados fueran alojados temporalmente en el Servicio Penitenciario Federal, algo que, hasta ese momento, nunca había ocurrido durante el proceso judicial. Es relevante destacar que tanto Rossi como sus compañeros habían logrado evadir la prisión a lo largo del andamiaje legal que rodea a este caso, lo que hace aún más impactante su arresto.
El traslado de Rossi, y los otros condenados, a la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal, se realizó con premura. Durante su detención, se prevé que los médicos realicen un chequeo de su salud, lo que podría influir en la posibilidad de que sus abogados soliciten un arresto domiciliario. Esta consideración cobra especial relevancia si se toma en cuenta la edad y las condiciones de salud de algunos de los implicados. El juez Néstor Costabel, encargado del Tribunal Oral Federal Nº 4, había instado a todos los condenados a presentarse ese día para formalizar las detenciones, reforzando así el mensaje de que la justicia debe responsabilizar a quienes movieron sumas astronómicas, estimadas en 55 millones de dólares, en un entramado de corrupción que afecta a muchas esferas de la sociedad argentina. La figura de Lázaro Báez sigue vigente en este entramado, ya que continúa bajo arresto domiciliario mientras se dilucidan los pormenores de su participación en esta compleja red de irregularidades.