Enriqueta Duarte: Un Legado en las Aguas de la Natación Argentina
Este jueves, el deporte argentino se vistió de luto con la triste noticia del fallecimiento de Enriqueta Duarte, a los 96 años. La noticia fue anunciada por el Comité Olímpico Argentino (COA) y rápidamente resonó en las redes sociales, reflejando el profundo impacto que tuvo esta pionera en la natación. Duarte no solo fue la primera mujer latinoamericana en cruzar a nado el Canal de la Mancha en 1951, sino que también dejó una huella imborrable en la historia del deporte argentino. Su hazaña, realizada en un tiempo récord de 13 horas y 26 minutos, subrayó su valentía y dedicación, llevándola a ocupar un lugar privilegiado en el imaginario colectivo de los argentinos.
Nacida el 26 de febrero de 1929 en el barrio porteño de Palermo, Enriqueta comenzó a nadar a los 9 años en el Club Obras Sanitarias de la Nación, donde su padre trabajaba. Desde entonces, se sintió atraída por los estilos pecho y crol, que eventualmente la catapultarían a los más altos niveles de competencia. En 1948, representó a Argentina en los Juegos Olímpicos de Londres, donde compitió en los 100 y 400 metros libres, así como en la posta 4 x 100. Su carrera la llevó a ser una de las figuras más destacadas del ámbito natatorio, abriendo el camino para futuras generaciones de nadadoras en el país.
A lo largo de su vida, Enriqueta no solo rompió barreras en el agua, sino que también se aventuró en otros desafíos acuáticos que la hicieron aún más legendaria. En 1963, se convirtió en la primera persona en cruzar a nado el lago Nahuel Huapi, y dos años más tarde, hizo lo propio en el lago Lácar. En 1998, nadó en los ríos Orinoco y Caroní en Venezuela, alcanzando el primer lugar en su categoría entre 600 competidores. Su dedicación al deporte la llevó a ser campeona máster de natación entre 1985 y 2006 en diversas competiciones, reflejando su amor inquebrantable por la natación. Además, su vínculo con el Racing Club de Avellaneda se hizo eterno con la designación de su pileta olímpica en su honor, consolidando así su legado en el deporte argentino.