Un Ícono de la Música y el Cine: Lalo Schifrin
Este jueves, el mundo del cine y la música se vistió de luto con la partida de Lalo Schifrin, un auténtico ícono de la industria que dejó una huella imborrable en la cultura popular. Nacido como Boris Claudio Schifrin el 21 de junio de 1932 en Buenos Aires, Lalo se destacó desde temprana edad en un entorno familiar musical. Su padre, Luis Schifrin, fue primer violín del Teatro Colón, lo que sin duda influyó en el desarrollo de su talento. Comenzó a tocar el piano a los seis años y, aunque inicialmente estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires, su pasión por la música lo llevó a abandonar la carrera tras obtener una beca para el Conservatorio de París en 1952. Esta decisión lo llevó a fusionar la música clásica con el jazz, lo que sería una característica distintiva en su carrera.
Su trayectoria despegó en Estados Unidos, luego de que su big band captara la atención del célebre trompetista Dizzy Gillespie. Entre 1960 y 1962, Lalo fue pianista del quinteto de Gillespie, y su mudanza a Los Ángeles marcó el inicio de una etapa dorada en su vida profesional. Trabajando para la Metro-Goldwyn-Mayer, Schifrin se adentró en el mundo del cine y la televisión, donde su genialidad para combinar géneros y estilos lo convirtió en un referente en Hollywood. Durante las décadas de 1960 y 1970, compuso bandas sonoras que aportaron no solo música, sino también una identidad simbólica a muchas películas y series. Su capacidad para crear melodías memorables lo llevó a ser reconocido y apreciado en todo el mundo.
Entre sus obras más reconocidas se encuentra el emblemático tema principal de Misión: Imposible, cuya melodía se ha hecho eco a lo largo de los años, convirtiéndose en un símbolo cultural. Pero su legado no se limita a esta famosa franquicia; también fue el autor de la música de clásicos como Harry el sucio, Bullitt, y series memorables como Mannix y Starsky y Hutch. A lo largo de su vida, Lalo Schifrin se mantuvo activo en el mundo de la música, residenciado en Beverly Hills, y continuó creando hasta bien entrada su avanzada edad. Su estilo único y su pasión por la música nos han dejado un vasto legado que seguirá siendo disfrutado por generaciones futuras.
