La leyenda de un hincha: Néstor “Gallo” Gesualdo
El pasado miércoles, el fútbol argentino se despidió de Néstor “Gallo” Gesualdo, a los 83 años. Este emblemático hincha de Banfield, conocido por haber lanzado una gallina con una cinta roja en el regreso de River Plate al torneo argentino tras la desastrosa final de la Copa Libertadores 1966 frente a Peñarol, dejó una marca imborrable en la historia del deporte. Lo curioso es que, a pesar de haber propiciado un apodo que comenzó siendo un estigma para el Millo, el club de Núñez terminó transformándolo en un símbolo de orgullo. Durante años, el verdadero nombre del autor permaneció en el misterio, un enigma que finalmente fue revelado con su fallecimiento.
Durante las últimas horas, los aficionados de Banfield inundaron los foros del club con mensajes de reconocimiento, destacando el legado de Gesualdo. “Falleció el ‘Gallo’ Gesualdo. Un símbolo de Banfield, hincha desde la cuna y socio vitalicio hasta la tumba”, decía uno de los tributos. La historia se remonta a una época en la que River, tras una racha de éxitos, enfrentaba un periodo oscuro marcado por 18 años sin títulos. La gallina, en principio lanzada con afán burlón, pasó a ser una anécdota que quedó para la historia. El propio Gesualdo, quien siempre mantuvo su anonimato, solo reveló su participación a amigos cercanos y en una única entrevista, donde pidió a su interlocutor que no divulgara su nombre.
Lo que muchos no saben es que aquel gesto que despertó burlas en la grada se convirtió en un símbolo. La idea de lanzar la gallina surgió entre amigos justo después de que River cayera ante Peñarol. En una jugada maestra, Gesualdo y sus compañeros lograron introducirla al estadio ocultándola en un bolso, hasta llevarla al centro del campo, donde, a los pies de Pinino Más, la gallina no solo recibió el impacto del juego, sino que también quedó marcada por el pie del delantero. La anécdota creció, convirtiéndose en una tradición a lo largo de los años, con hinchas de diferentes equipos replicando el gesto durante los partidos contra River. El Mito del “Gallina” ya era un hecho, cimentando una historia que sigue viva en cada rincón del fútbol argentino.