La Dulce Celebración de la Fiesta de la Nieve en Bariloche
Bariloche se deleitó con una jornada exquisita en su Fiesta de la Nieve, donde más de veinte participantes exhibieron su talento en el concurso de tortas. Este evento, que evocó el famoso “Bake Off”, se dividió en tres categorías: junior, amateur y profesional. Lo que hace que este concurso sea aún más especial es que, después de que el jurado degustara las creaciones, los pasteles fueron donados a hogares solidarios, merenderos y al Hospital Zonal Ramón Carrillo, aportando un toque amable a esta celebración tan dulce. Las tortas, verdaderas obras de arte, llevaron a los espectadores por un viaje visual de pura creatividad, reflejando tanto el ingenio de sus creadores como el espíritu de comunidad de Bariloche.
La jurado Yolanda Altamirano, la impulsora del certamen hace más de tres décadas, se mostró emocionada por la calidad de los trabajos presentados. Se expresó con optimismo sobre el futuro del concurso, soñando con la posibilidad de expandirlo a otras provincias para que cada región aporte su propio arte pastelero. Mirta Carabajal, otra de las juradas y figura destacada de la edición, también quedó gratamente sorprendida con los resultados. Su aprecio no solo se centró en la variedad y el diseño, sino también en el delicioso sabor que caracterizaba a cada torta, lo que demuestra el nivel profesional de los participantes.
La creatividad de los pasteleros se puso de manifiesto en cada una de las “esculturas” dulces, que iban desde esquiadores hasta representaciones del Centro Cívico y la Cascada de los Duendes. Entre las propuestas más destacadas, una torta en forma de perro San Bernardo conquistó al público, mientras que una creación inspirada en el refugio Roca Negra, de Brenda Boock, fue particularmente emotiva. La joven confió que su elaboración representó no solo un homenaje a su pasión por la gastronomía, sino a recuerdos familiares, dándole un trasfondo personal y significativo a su participación. Además, los estudiantes de la Escuela de Hotelería y Gastronomía compartieron su propio proyecto de productos locales, mostrando que la nueva generación también se suma a la celebración de la cultura culinaria de la región. Así, la Fiesta de la Nieve no solo fue un festín para los sentidos, sino un reflejo del amor y la comunidad que caracteriza a Bariloche.
