Inconsistencias en la Estrategia de Boca
El partido entre Boca Juniors y Racing Club, disputado el último sábado, dejó en evidencia las dificultades del equipo dirigido por Miguel Ángel Russo. A pesar de contar con dos semanas para preparar este clásico, el entrenador sorprendió con una alineación que se alejaba de los ensayos realizados durante la semana. En los entrenamientos, había optado por un esquema con Leandro Paredes y Milton Delgado en el mediocampo, pero en la cancha, decidió colocar a Paredes junto a ¡Alan Velasco! complejizando aún más el funcionamiento del equipo. En consecuencia, Racing tomó el control del mediocampo, dejando a Boca corriendo atrás de la pelota.
Una Necesidad Urgente por la Mejora
La primera mitad fue un ejercicio de aguante para Boca, que se vio superado en la posesión y en las ocasiones de gol. La estrategia de presionar la salida rival, que parecía prometer, nunca se materializó. Paredes, al final del primer tiempo, se quejó de estar “muy solo en el medio”, reflejando la falta de apoyo que sufrió a lo largo del encuentro. Sin embargo, la calidad de la pegada del campeón del mundo entregó algunas oportunidades, aunque la presión de su afición ya comenzaba a ser palpable. Con el 0-0 en el marcador, el clima en el estadio se volvía tenso.
Gol Agónico y Desahogo de Riquelme
Con el ingreso de Milton Giménez, Boca buscó revertir la situación, pero el primer gol llegó para Racing de manera inesperada tras un desajuste defensivo. A pesar de este golpe, Boca no se desmoronó. Con un juego más audaz, Zeballos generó desequilibrio y, en un clímax de desesperación, el Xeneize logró el empate gracias a una conexión entre Paredes y Giménez. Pero, con apenas 3 de 12 puntos en el campeonato y un récord de 12 partidos sin ganar, la contentura fue efímera. Riquelme, aunque visiblemente aliviado por el gol agónico, guardó para sí la preocupación de un Boca que aún no encuentra su camino en este inicio de temporada.