Huellas de Jabalíes en Bariloche: Un Encuentro Sorprendente
En Bariloche, el contacto cotidiano con la naturaleza puede deparar sorpresas, como el reciente hallazgo de huellas de jabalíes en áreas cercanas. Un vecino, mientras recolectaba hongos en el pinar a solo 50 metros del camino a Catedral, se topó con marcas que rápidamente captaron su atención. Más específicamente, estas huellas se encontraban cerca de Puerto Moreno, a casi 200 metros de la avenida Bustillo. Resulta interesante notar que, a pesar de ser un lugar que suele frecuentar en busca de hongos, esta vez su búsqueda fue poco fructífera: los jabalíes habían llegado antes y se habían hecho de las mejores delicias que el bosque ofrecía.
Al principio, el vecino se mostró escéptico acerca de la procedencia de las huellas, pero su curiosidad lo llevó a continuar la exploración. Pronto descubrió áreas de la tierra removidas, una clara señal del paso habitual de estos animales. De hecho, mencionó que había observado huellas similares por última vez en 2020, lo que aumenta la singularidad de este encuentro. Las huellas de jabalíes no solo nos recuerdan la vida silvestre que rodea la ciudad, sino que también son un indicativo de la adaptación de estos animales a entornos en donde la interacción humana es cada vez más frecuente.
Los jabalíes (Sus Scrofa), también conocidos como jabalíes europeos, son omnívoros, lo que les permite tener una dieta muy variada. Se alimentan de raíces, semillas, frutos secos y plantas verdes. Pero su paladar no se limita solo a los vegetales; también consumen insectos, huevos de aves e incluso pequeños roedores. En Bariloche, estos animales son conocidos por disfrutar de hongos, incluyendo los apreciados hongos de pino, lo que explica su presencia en zonas de recolección de estos frutos silvestres. La interacción entre los jabalíes y quienes buscan hongos resalta una parte fascinante de la naturaleza: la lucha por los recursos en un ecosistema en constante cambio.