Un Viaje a Través de la Vida de Javier Matta Manzano
Orígenes y Recuerdos de la Infancia
Javier Matta Manzano, el cónsul chileno residente en Bariloche, es un ejemplo de cómo las raíces influyen en nuestras vidas. Nacido en Santiago, creció en el campo de la región de El Maule, rodeado de viñas y corderos, en un ambiente donde la tecnología apenas asomaba. Recuerda con nostalgia cómo su familia dependía de una radio colgada en el centro del living para enterarse de las noticias, y hasta de la llegada del hombre a la luna. La vida en el campo le enseñó valiosas lecciones, como nadar, andar a caballo y respetar a los animales que lo rodeaban. A pesar de la falta de comodidades modernas, como la luz eléctrica y el agua caliente, Javier asegura que la felicidad se encontraba en lo simple, y esa conexión con la naturaleza y la vida rural lo marcó profundamente.
La Influencia de la Educación y la Carrera Diplomática
La educación fue un pilar esencial en la vida de Matta Manzano, quien enfatiza que su hogar estuvo siempre lleno de libros. Su padre, un hombre ilustre, y su madre, con conocimientos de inglés, atizaron su curiosidad y ambición. Javier se convirtió en uno de los primeros estudiantes de democracia en Chile, soñando con una carrera que le permitiera hacer una diferencia. Ha pasado 34 años viviendo fuera de su país natal, y aunque ha adoptado un estilo de vida nuevo, a veces siente que sus palabras no corresponden con la época actual. Extraña a su familia, el campo y la calidez de los vecindarios, aunque aclara que no añora la comida, pues en la Patagonia su dieta es bastante similar a lo que solía disfrutar en Chile.
La Vida en Bariloche y el Rol como Cónsul
Javier Matta Manzano llegó a Bariloche hace dos años y medio y ha tejido lazos dentro de la comunidad, desde talleres de cerámica hasta su participación en el Rotary Club de Bariloche. Siempre dispuesto a ayudar, su trabajo como cónsul implica atender diversas necesidades, desde emitir nuevos pasaportes hasta abordar cuestiones aduaneras. Se siente cómodo en su nuevo rol y está siempre dispuesto a adaptarse a los constantes cambios, tanto en reglas como en relaciones. Si bien nunca ha enfrentado discriminación, reconoce que su auto chileno a veces atrae miradas curiosas. Con sus tres hijas adultas dispersas en diferentes lugares, se encuentra en una encrucijada personal: decidir si se establecerá definitivamente en Bariloche o regresará a Santiago, donde tiene familia y amigos que lo esperan.
Este artículo destaca de manera informativa y atractiva la vida de Javier Matta Manzano y su rol en la comunidad, invitando al lector a conocer a este cónsul con una rica historia personal y un compromiso inquebrantable con los demás.


