El Eje Conservador Latinoamericano: Un Nuevo Horizonte
En un contexto de cambios políticos significativos, el presidente argentino Javier Milei está tomando la delantera en la formación de un nuevo eje conservador en Latinoamérica. Según fuentes oficiales, la Casa Rosada planea articular un espacio común junto a líderes como José Antonio Kast (Chile), Rodrigo Paz (Bolivia), Daniel Noboa (Ecuador), Santiago Peña (Paraguay) y Nayib Bukele (El Salvador). La idea es consolidar un frente coordinado que no solo busca una colaboración más estrecha entre estas naciones, sino también establecer una agenda común en ámbitos como la economía, la política y la seguridad, en un intento de hacer frente a las administraciones progresistas que predominan en otras partes del continente, como Venezuela, Brasil y Colombia.
Una de las piezas clave de este rompecabezas es la revalorización del Mercosur. Milei ha propuesto la posibilidad de que los países miembros puedan negociar acuerdos comerciales fuera del marco tradicional, lo que promete abrir nuevas oportunidades al tiempo que genera debate sobre el futuro del bloque regional. Este cambio no es menor, ya que podría redefinir las dinámicas comerciales y las relaciones entre los países del sur, aliviando tensiones y promoviendo una mayor flexibilidad en bloqueos que antes habían sido considerados inquebrantables. En este contexto, el Gobierno argentino organiza su primera cumbre conservadora proyectada para marzo de 2026 en Buenos Aires, coincidiendo con la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), lo que indica un enfoque estratégico para unir fuerzas.
La agenda internacional del presidente Milei es ambiciosa y multifacética. Ya ha confirmado su participación en el Foro Económico Mundial de Davos, donde buscará establecer conexiones con influyentes figuras políticas y económicas globales. Además, se ha programado un viaje a Nueva York y Chile para principios de 2026, lo que resalta su compromiso por cimentar un frente latinoamericano de derecha sólido. Aunque la preparación de la cumbre aún se encuentra en las primeras etapas, el interés por incluir a figuras prominentes como Donald Trump también ha sido discutido, aunque existen posturas dentro del gobierno que abogan por una visión más moderada en cuanto a su participación. Así, Argentina se posiciona como un jugador clave en la redefinición del mapa político de la región, con un horizonte que promete polarizar aún más las relaciones continentales.
