La Decisión del PRO en Río Negro: Una Estrategia Formal para Elevar la Calidad Institucional
En un giro significativo en el panorama político rionegrino, Juan Martín, legislador y presidente del bloque PRO–Unión Republicana, ha anunciado la ruptura de su partido con la alianza La Libertad Avanza. Esta decisión marcará un hito en los próximos comicios, ya que el PRO competirá con una lista propia a nivel nacional. Martín justifica la medida como un acto de coherencia con los principios que ha venido defendiendo en el ámbito político: la necesidad de mejorar la calidad institucional en el Congreso. “Queremos representantes a la altura de las circunstancias”, afirmó, enfatizando la importancia de elevar la vara en la representación política.
El legislador no escatimó en críticas hacia las “bajas calidades institucionales” que han permeado el ámbito legislativo en los últimos tiempos. A través de ejemplos impactantes, como incidentes de comportamientos inapropiados en el recinto, Martín subrayó la urgencia de un cambio en la cultura política: “No podemos aliarnos a cualquier precio”, declaró. La confirmación de la candidatura de la diputada Villaverde, quien enfrenta serias acusaciones legales, fue el desencadenante que llevó al PRO a tomar esta difícil decisión. La historia reciente de la propia La Libertad Avanza, incluyendo irregularidades en la conformación de su base de datos, ha alimentado la desconfianza y la necesidad de una separación clara.
De cara al futuro, Martín ha empezado a delinear el nuevo armado del PRO en Río Negro, anticipando nombres y roles dentro de su alternativa electoral. Se ha propuesto la inscripción de candidatos que ya habían sido preseleccionados en internas, incluyendo su propia postulación como candidato a senador, junto a figuras emergentes como la legisladora Martina Lacour y el joven dirigente Gastón Varela. A pesar de estos cambios, el clima político en la provincia está cargado de inquietudes y desafíos, a medida que el PRO busca establecerse como una fuerza seria y responsable en el Congreso, lejos de prácticas que considera reprochables.
