La valentía de Julieta Prandi ante el juicio por abuso
Julieta Prandi ha enfrentado una de las etapas más difíciles de su vida, expuesta al escrutinio público durante el juicio contra su exmarido, Claudio Contardi, por abuso sexual reiterado. Después de un largo día en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de Campana, la actriz se mostró visiblemente cansada, pero decidió compartir su experiencia con el público. “Es difícil condensar todo lo que viví en un rato”, indicó Prandi, reflejando el desgarro emocional de revivir lágrimas y hechos que preferiría dejar atrás. Este proceso judicial ha sido una lucha constante durante años, exacerbada por los desafíos que enfrentan muchas mujeres al buscar justicia en casos de abuso.
Prandi, como muchas víctimas, tuvo que lidiar no solo con el dolor personal, sino también con el sistema judicial que, a menudo, parece obstinarse en demorar los procesos. Desde su declaración en 2021, cuando denunció a Contardi, ha transcurrido un tiempo considerable—cinco años—que ella misma considera excesivo. Durante el juicio, se aseguró de no compartir espacio físico con su expareja; su testimonio se dio desde una sala contigua, separado por un biombo. “No tengo interés en escuchar su defensa”, enfatizó, manifestando las barreras que ha construido para proteger su bienestar emocional. Los momentos de tensión en la sala se contrarrestaron con el apoyo incondicional de sus seres queridos, quienes estuvieron presentes para brindar consuelo y fuerza.
Además de la lucha por su propia sanación, Julieta extendió un mensaje de esperanza a otras mujeres que atraviesan situaciones similares. En su relato, reconoce el difícil camino que muchas deben transitar, la resistencia que se requiere y la importancia de buscar ayuda. “No bajes los brazos, pedí ayuda”, fue su consejo, subrayando que a menudo las víctimas enfrentan un entorno que les dificulta tomar esa valiente decisión. Con un futuro incierto, Prandi aspira a que su exmarido reciba una condena ejemplar que refleje la gravedad de las violencias sufridas. “No estoy pidiendo dinero, sino el reconocimiento de lo que me robaron”, aseguró, recordando así el dolor que llevó a que actualmente despida a la “vieja Julieta” para dar paso a una nueva vida llena de amor y esperanza.