La lucha incansable de las Abuelas de Plaza de Mayo: un faro de esperanza en tiempos difíciles
En la reciente ceremonia de la regional barilochense de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), se celebró con gran emoción la recuperación del nieto número 140 por parte de las Abuelas de Plaza de Mayo. Este hito no solo representa un triunfo personal para las familias afectadas, sino que también simboliza la resiliencia de un movimiento que, a pesar de enfrentar políticas adversas y discursos de odio, continúa luchando por la memoria y la justicia. La presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, se ha convertido en un ícono de esta lucha, recordando constantemente la importancia de mantener viva la memoria colectiva en un contexto donde algunos sectores tratan de reivindicar a los genocidas de la última dictadura.
La APDH barilochense subrayó la crítica situación actual en la que se pretende desmantelar el apoyo institucional a los organismos de derechos humanos. En sus declaraciones, destacaron que, en un contexto marcado por discursos hostiles y políticas que favorecen a los sectores privilegiados a expensas de los más humildes, la recuperación de este nieto es un claro testimonio de que la resistencia y la organización son posibles. Este logro contrasta flagrantemente con un escenario donde se alienta la represión y la persecución política, afectando negativamente la salud y la educación en el país, así como la dignidad de muchas personas mayores.
El entusiasmo de la APDH en su declaración "Bienvenido nieto 140, símbolo de lucha" señala no solo una victoria para las familias que esperan la llegada de sus seres queridos, sino también un llamado a la acción en momentos donde la memoria puede ser borrada y distorsionada. Este nuevo nieto recuperado es, así, una ancla de esperanza en una época de incertidumbre, recordando que la lucha por los derechos humanos es más relevante que nunca y que la historia sigue viva en cada acto de lucha y resistencia.