Imane Khelif: Una batalla más allá del ring
La boxeadora argelina Imane Khelif, reciente medalla dorada en la categoría de 66 kilos en los Juegos Olímpicos de París 2024, ha decidido llevar su lucha a un nuevo terreno. En una jugada que ha encendido el debate sobre la inclusión en el deporte, Khelif ha solicitado la revocación de la decisión de World Boxing de someterla a un control de verificación de sexo para poder participar en el Mundial de Eindhoven. Esta situación ha traído a la luz las controvertidas políticas de las federaciones deportivas respecto a la elegibilidad de los atletas.
Más allá de su éxito en París, Khelif no ha olvidado la controversia que la rodeó durante el Mundial de 2023, donde no logró superar los criterios de elegibilidad para las competiciones femeninas. Ahora, ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), la boxeadora de 26 años lucha por ser considerada elegible sin necesidad de realizar pruebas que, a su parecer, vulneran sus derechos. Hasta el momento, el TAS ha rechazado su apelación, indicando que se llevará a cabo una audiencia antes de tomar una decisión definitiva.
Desde que el 1 de julio, World Boxing implementó controles de sexo, se convirtió en la primera organización olímpica en hacerlo, con el argumento de “garantizar la seguridad de todos los participantes y ofrecer condiciones competitivas equitativas”. Las pruebas son realizadas a través de PCR, detectando el gen SRY, que indica características masculinas, lo que genera un sinnúmero de críticas y cuestionamientos sobre la equidad en el deporte. En este convulso clima, la historia de Imane Khelif no solo resalta el desafío personal de una atleta, sino que también destaca las complejidades del boxeo moderno y la política deportiva global.