La Noche que la Música se Levantó contra la Droga
En 1988, el Teatro Nacional Cervantes fue el escenario de una velada única. No se trataba de una obra de teatro convencional, sino de un evento monumental donde artistas de la talla de Sandro, Valeria Lynch, Paz Martínez, y otros, pusieron su voz y su corazón al servicio de una causa urgente: la lucha contra las adicciones. La canción que dieron vida, "El quinto jinete del Apocalipsis", no solo fue un acto musical, sino un verdadero grito colectivo para concienciar sobre un problema que afectaba a miles de argentinos. La historia detrás de esta canción se ha mantenido en gran medida en el olvido, a pesar de su relevancia. La letra, compuesta por Julián Mandriotti, surgió de una experiencia personal difícil, marcada por la pérdida de seres queridos debido a las adicciones. A través de esta canción, Mandriotti canalizó su dolor y su deseo de hacer algo, convencido de que la música podía ser una herramienta poderosa para generar conciencia y cambio.
El proceso de creación de "El quinto jinete del Apocalipsis" fue una verdadera colaboración entre amigos. Mandriotti, junto con su compañero musical Bebe Mauro, dio vida a esta obra que planteaba la drogadicción como una plaga moderna, comparándola con el hambre y la guerra. Con el apoyo de instituciones como la Policía Federal y el respaldo del gobierno de Raúl Alfonsín, lo que comenzó como una idea se transformó en una producción musical ambiciosa. Sandro, una figura central en el espectáculo, no solo se limitó a cantar; él quería estar en el corazón del proyecto, contribuyendo a la producción y atrayendo a otros artistas al escenario. La lista de artistas que participaron incluyó nombres icónicos, formando un verdadero coro de voces unidas contra un enemigo común.
La ejecución de la canción en el teatro fue más que un mero espectáculo; fue un evento lleno de simbolismo y emoción. Con una escenografía austera que transmitía la gravedad del mensaje, los artistas se unieron en un coro inolvidable que resonó con el público. Este evento no solo fue televisado, sino que también recibió el Martín Fierro de APTRA, un reconocimiento que subrayaba la importancia cultural y social de la obra. Junto con el reconocimiento llegó un hito significativo: la unión de la cultura popular y el estado en una lucha contra el narcotráfico. "El quinto jinete del Apocalipsis" no fue solo una canción; fue un acto de resistencia y solidaridad en un contexto donde la música tenía el poder de abordar temas que a menudo se quedaban en la sombra.