La Alarma de la CGT: Una Movilización en Respuesta a la Reforma Laboral
El Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) ha tomado la decisión de movilizarse hacia la Plaza de Mayo el 18 de diciembre, en un acto de protesta contra el proyecto de reforma laboral que el Gobierno de Javier Milei ha enviado al Congreso. Este proyecto, que promete modificar de manera significativa el marco de los contratos de trabajo y las regulaciones sindicales, ha encendido las alarmas dentro de la central obrera. En un exhaustivo análisis, la CGT ha puesto en tela de juicio varios aspectos de esta reforma, los cuales consideran amenazan la estabilidad y los derechos laborales en el país.
Uno de los puntos más controversiales que ha identificado la CGT es la limitación de la responsabilidad solidaria en la subcontratación laboral. Para la central, esta reforma representa un peligroso avance hacia la precarización del empleo, permitiendo que prácticas laborales fraudulentas se instalen en el mercado. Esto podría tener un impacto directo en los derechos de los trabajadores, dificultando su acceso a reparaciones adecuadas en caso de un despido. Además, el cambio previsto en el cálculo de indemnizaciones, que excluye beneficios como el aguinaldo y otras compensaciones, incrementa la incertidumbre sobre el futuro laboral para muchos argentinos, dejando a los trabajadores más vulnerables ante potenciales ceses injustificados.
Otro aspecto que preocupa a la CGT es la modificación en la actividad sindical. La reforma sugiere que para realizar asambleas, las organizaciones deberán obtener un permiso por parte del empleador, una medida que debilitaría el derecho a la libertad sindical y perturbaría la representación efectiva de los trabajadores. La CGT argumenta que estas restricciones no solo afectan las formas de organización, sino que también golpean directamente la capacidad de reacción de los sindicatos frente a los abusos laborales. Con la movilización programada en Plaza de Mayo, la central obrera busca expresar su rechazo no solo a las reformas específicas, sino a un modelo que podría erosionar las conquistas laborales alcanzadas en años de lucha.
