Una carrera para el olvido
El Gran Premio de Hungría fue un verdadero desafío para el piloto argentino Franco Colapinto, de Alpine, quien terminó en una decepcionante 18° posición. Tras la competencia, Colapinto no dudó en calificar su actuación como “un desastre”. En un momento de autocrítica, el joven piloto se comprometió a analizar en detalle las sorpresivas dos paradas en boxes con su equipo, ya que ambas se realizaron con una demora de 7 segundos, un tiempo que sin dudas afectó su rendimiento. “No sé. Hay que verlo ahora con los ingenieros en el box”, comentó con desánimo sobre la situación.
Problemas en la largada y pit stops
Colapinto, que había mostrado un arranque prometedor al perder solo cuatro posiciones en la largada, se vio rápidamente afectado por falta de grip en la parte trasera de su auto, lo que lo llevó a irse afuera en la curva 2. La frustración aumentó cuando el piloto explicó que una temprana parada en boxes en la vuelta 14 le costó tiempo valioso: “La primera parada fueron 10 segundos y, en la segunda, 9. Perdí mucho tiempo. Tuve como ocho banderas azules porque me pasaron dos veces los mismos,” manifestó el argentino, lamentando los errores que marcaron su día.
Mirada al futuro
A pesar del desánimo tras una carrera difícil, Colapinto ya piensa en el próximo desafío. El piloto tiene la vista puesta en el Gran Premio de los Países Bajos, que se desarrollará el fin de semana del 31 de agosto en el circuito de Zandvoort. “Obviamente hay que seguir trabajando y mejorar, pero no viene mal un poco de descanso y volver más fuerte”, expresó con una chispa de esperanza. Su manager, Jamie Campbell-Walter, también expresó su descontento en redes sociales tras la carrera, señalando la necesidad de mejorar el rendimiento del equipo en la próxima etapa del campeonato.
