La historia de Brisa Campo en La Voz
La cuarta semana de audiciones a ciegas de La Voz Argentina se iluminó con la llegada de Brisa Campo, una talentosa joven de 20 años oriunda de Curuzú Cuatiá, Corrientes. Desde el momento en que subió al escenario, su presencia resonó no solo por su voz, sino también por la emotiva historia que la acompaña. Desde pequeña, Brisa encontró un refugio en la música, artistas como Michael Jackson y Ariana Grande fueron sus influencias; sin embargo, detrás de esa pasión se esconde una batalla personal significativa. Al hablar de su adolescencia, recuerda el diagnóstico de cáncer nasofaringe con solo 15 años, un momento que transformó su vida en un instante y que ha dejado cicatrices no visibles a simple vista.
La vulnerabilidad y fortaleza de Brisa se hicieron evidentes durante su entrevista previa al canto. Recordó el proceso arduo que conllevó su tratamiento, destacando la difícil decisión de mudarse a Buenos Aires, donde enfrentó siete meses de internación. Durante este tiempo, luchó no solo contra la enfermedad, sino también contra el miedo y la incertidumbre. “En ese mes de terapia intensiva yo estuve muy complicada…” sus palabras reflejan un hecho desgarrador. Sin embargo, evitando rendirse, la música se convirtió en su motor. “Dios por algo te dio una segunda oportunidad y acá está”, expresó con determinación, transformando su dolor en arte, y su soledad en un escenario.
El esperado momento de su actuación llegó, y Brisa interpretó “Vida de ricos”. A pesar de su esfuerzo y valiente historia, ninguno de los jurados se dio vuelta. Sin embargo, la experiencia fue rica en emociones. “Esto es tremendo”, contaba emocionada mientras reflexionaba sobre su viaje. Aunque no obtuvo la oportunidad de avanzar en el certamen, su encuentro con Soledad Pastorutti fue un abrazo reconfortante que simbolizó más que una mera despedida. Ambos intercambiaron miradas de comprensión, dejando la puerta abierta para futuras chances. La vida de Brisa, marcada por la superación y la lucha, inspira a muchos, y su camino en la música recién está comenzando, demostrando que la verdadera victoria radica en levantarse y seguir soñando.
