Un legado inesperado: los hijos de Fangio
Oscar, Rubén y Juan Carlos, herederos tardíos del legendario piloto argentino Juan Manuel Fangio, lograron el aval de la Justicia tras una lucha que se extendió desde su fallecimiento, ocurrido el 17 de julio de 1995. Fangio, cinco veces campeón de la Fórmula 1, se fue sin reconocer a sus descendientes, quienes no se conocieron hasta después de los 65 años. A medida que los rumores sobre una herencia millonaria comenzaron a circular, ellos se apresuraron a desmentir tales especulaciones.
Recientemente, el Poder Judicial, tras realizar análisis de ADN y exhumar el cuerpo del Chueco, confirmó la paternidad de estos tres hombres, quienes finalmente fueron proclamados como sucesores legítimos. El mayor, Oscar, nacido en 1938, representa la primera conexión. Su madre, Andrea Berruet, mantuvo un vínculo extramatrimonial con Fangio, quien nunca lo reconoció formalmente. Por su parte, Rubén Vázquez y Juan Carlos también fueron reconocidos como hijos a través de procedimientos legales que revelaron sorprendentes coincidencias genéticas.
La búsqueda de la identidad
La vida de Rubén estuvo marcada por la duda y la incertidumbre. Nacido de una relación que Fangio tuvo con Catalina Basili, la gente le decía que su parecido con el Chueco era innegable. Finalmente, tras realizar un examen de ADN en 2005, supo que el campeón de automovilismo era, efectivamente, su padre. "Me hubiese gustado compartir charlas, mates, y tal vez sentir ese amor por los fierros que recién ahora estoy conociendo", confesó en una entrevista reciente. Por otro lado, Juan Carlos siempre tuvo un presentimiento sobre su linaje y, gracias a la afirmación de su madre, que nunca ocultó la verdad, nunca reclamó el apellido ni una herencia.
El encuentro entre los tres “hermanos” en 2013 marcó un cambio significativo en sus vidas. Sin embargo, el proceso judicial que corroboró su filiación culminó en 2021, con una decisión que les entregó formalmente su título como "hijos de Fangio". Mientras tanto, el rumor de que heredarían 50 millones de dólares fue desmentido rápidamente por ellos. "¡Es un disparate!", exclamó Juan Carlos, resaltando que la mayor parte del patrimonio se donó antes de su fallecimiento a la Municipalidad de Balcarce. Actualmente, su única herencia tangible parece ser la propiedad de la marca Fangio.
Un legado de amor y ambigüedad
La relación que tuvieron con Fangio fue significativamente diferente. Mientras que Cacho, el hijo reconocido, logró dialogar con él en sus últimos años, los otros dos vivieron con la esperanza de abrir puertas al entendimiento. Rubén menciona el vacío que dejó la falta de interacción: "Era un gran consejero que daba gusto escuchar. Si hubiera sido un papá presente, habría sido el hombre perfecto". A pesar de las heridas abiertas por el tiempo y la falta de reconocimiento, sus historias no son solo de pérdida, sino de conexión y el deseo de seguir adelante con el legado de uno de los más grandes deportistas de Argentina, que dejó su huella indeleble en la historia del automovilismo.