La controversia tras la muerte de la “Locomotora” Oliveras
Los hijos de Alejandra “Locomotora” Oliveras, la icónica exboxeadora que se apagó a los 47 años tras un accidente cerebrovascular, están atravesando un momento desgarrador. Este luctuoso episodio, que iba a concluir con la cremación programada para el 31 de julio en el Cementerio Municipal de Santa Fe, se vio abruptamente interrumpido por una denuncia que alegaba irregularidades en su muerte. Luis Hilbert, el abogado que representa a la familia, no escatimó en palabras al referirse a este denunciante, el excampeón de fisicoculturismo Aldo Parodi, a quien acusó de ser un “denunciante serial” con antecedentes que incluyen acusaciones contra figuras de alto perfil como jugadores de Boca y River.
La denuncia que frenó la cremación
La situación se complicó cuando Parodi alegó que la muerte de la Locomotora podría estar ligada al uso de anabólicos. Según su declaración, Oliveras presentaba indicios de haber consumido esteroides, lo que, según él, podría haber influido en su deceso. María José de la Torre, Auxiliar Fiscal de la Unidad Fiscal de Santa Fe, emitió una orden para que el cuerpo se preservara adecuadamente hasta recibir nuevas instrucciones, ya que, según ella, “proceder a la cremación podría comprometer la obtención de evidencia relevante para el esclarecimiento de los hechos vinculados al fallecimiento”.
Una lucha por la memoria y el respeto
Los hijos de Alejandra expresaron su indignación y dolor ante esta situación, pidiendo que la investigación se resuelva con celeridad para poner fin a lo que consideran una “insensatez total”. En sus palabras resuena la frustración por la injusticia de que el recuerdo de su madre esté siendo empañado por una denuncia que, según ellos, carece de fundamento. “Con la salud que tenía nuestra mamá, tenía para 30 o 40 años más”, afirmaron, reflejando el ferviente deseo de que su legado y su memoria sean honrados de manera adecuada.