La Amistad Inusual entre Marixa Balli y Guillermo Vilas
La relación entre Guillermo Vilas y Marixa Balli es una historia fascinante que mezcla la grandeza del tenis argentino con la calidez de una amistad genuina. En su reciente participación en “Arriba Bebé”, el programa de Lizy Tagliani, Marixa compartió anécdotas que revelan el lado humano del célebre tenista, desmitificando la idea de que dos personas que se comparten momentos necesariamente deben tener una relación romántica. Marixa, quien fue socia número cuatro del Vilas Racket, aseguró que su vínculo se basaba en el respeto y la admiración recíproca, destacando cómo, en ocasiones, una simple amistad puede ser más valiosa que un romance efímero.
Uno de los rasgos más conmovedores que Marixa admiraba en Vilas era su amor por los animales. Recordó una ocasión entrañable cuando, al salir de un restaurante, el tenista decidió adoptar a un gatito abandonado que se subió a su auto. Esta sencilla pero emotiva acción revela una faceta de Vilas que para muchos puede pasar desapercibida: su bondad. Además, Marixa describió íntimas reuniones en la casa del tenista, donde compartían largas charlas y cenas, anotando cómo la decoración, con un toque de elegancia, contrastaba con una pared raspada que guardaba la memoria del padre de Guillermo. Las marcas eran un recordatorio tangible de su historia familiar, algo que impactó profundamente a Marixa y que revela la sensibilidad del tenista hacia sus raíces.
A lo largo de su vida, Vilas ha sido un hombre de principios firmes y profunda conexión familiar. A pesar de la fama y los logros en su carrera, siempre estuvo presente para cuidar de su padre en sus últimos años de vida, mostrando así su gran corazón y valores. Sin embargo, en los últimos años, Guillermo se enfrenta a un desafío personal debido a una enfermedad neurológica que ha afectado su capacidad cognitiva. A sus 72 años, vive en Mónaco junto a su familia y sus cuatro hijos, mientras que su esposa, Phiangphathu Khumueang, sigue manteniendo vivo su legado a través de la Vilas Tennis Academy. A pesar de la distancia física, las emotivas anécdotas de Marixa Balli nos recuerdan que detrás del deportista icónico hay un hombre con un profundo sentido de la empatía y la amistad.
