El Misterio del Aguacate y Pampita: Una Historia de Risas y Recuerdos
Este lunes, en otra excitante edición de Los 8 escalones en Eltrece, una pregunta inesperada sobre aguacates transformó el ambiente. El conductor, Guido Kaczka, no sólo sorprendió a Pampita—una de las modelos más emblemáticas de Argentina—sino que generó risas y recuerdos en un panel que, de repente, pareció retroceder al pasado. La pregunta de Kaczka, sobre una supuesta encuesta de la Organización Mundial del Aguacate, hizo referencia a un tema que aún resuena en el universo mediático argentino: las relaciones amorosas y la infidelidad.
Para quienes no estén familiarizados, la mención del aguacate trae consigo un pasado no tan dulce. En 2015, mientras se filmaba El hilo rojo, se encendió una chispa entre Eugenia “La China” Suárez y Benjamín Vicuña, quien en ese entonces estaba casado con Pampita. En aquel momento, la situación se tornó escandalosa cuando Pampita, al descubrir a Vicuña en el motorhome junto a Suárez, dejó una frase célebre que quedó gravada en la memoria colectiva: "Había olor a sexo". Esta escena de celos y frustración se convirtió en un símbolo de la traición y el dolor, asociando indisolublemente a la palta con el escándalo.
Es interesante observar cómo la reciente pregunta del programa trajo de vuelta estos ecos del pasado, con Pampita mostrando un buen humor admirable al inmortalizar la connotación del aguacate. “La fruta de la fertilidad” fue como la describió Kaczka, haciendo alusión a sus diversos beneficios como la mejora de la circulación y la reducción del estrés, todo un guiño a la combinación entre romanticismo y comedia. Pampita, en un momento de lucidez, se limitó a sonreír y a disfrutar el momento, dejando claro que, a pesar de la historia, el tiempo ha permitido superar viejas heridas.
Así, este curioso incidente en Los 8 escalones sirve no solo como un recurso humorístico, sino también como un recordatorio de cómo los eventos mediáticos pueden tejer historias en la vida de sus protagonistas. Las risas y los recuerdos, en este caso, se entrelazan con la historia de un amor roto y el agridulce sabor del aguacate, simbolizando no sólo la traición, sino también la capacidad de reírse del pasado y seguir adelante.