Aceleración del IPIM y su Relación con el Tipo de Cambio
El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) ha mostrado una notable aceleración, alcanzando un incremento del 3,1% en agosto. Este aumento es especialmente significativo si se considera el avance del 2,8% registrado en julio. Dicha tendencia fue confirmada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (INDEC), que también reveló que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se quedó en un 1,9% para el mismo mes. Esta disparidad entre los índices resalta cómo determinados factores, especialmente el tipo de cambio, influyen de manera desigual en la inflación mayorista frente a la minorista.
El fenómeno del “pass through” cobra relevancia en este contexto, ya que el incremento del dólar oficial tiene un impacto directo sobre los precios de los bienes comerciables en el exterior, que son predominantes en el IPIM. Por ejemplo, los productos nacionales experimentaron un aumento del 3,1%, superando incluso el 2,9% que registraron los productos importados. Esto indica que, si bien la inflación se siente a nivel general, ciertos sectores pueden estar más expuestos a las variaciones del tipo de cambio, lo que acentúa la importancia de entender la estructura de precios dentro de la economía argentina.
El impacto del tipo de cambio no se limita solo a bienes comercializables; el Índice de Precios Básicos al por Mayor (IPIB) y el Índice de Precios Básicos al Productor (IPP) también evidencian aumentos en sus respectivos precios. El IPIB incrementó un 3,3%, impulsado en gran parte por un repunte del 5,6% en productos primarios. Mientras tanto, el IPP mostró un aumento aún más pronunciado del 3,5%, con los productos primarios liderando esta escalada al alcanzar un incremento del 5,9%. Esta compleja interrelación entre precios y tipo de cambio pone de manifiesto cómo el comportamiento de la economía argentina está interconectado, y cómo las decisiones en materia de política cambiaria pueden repercutir en el costo de vida en diferentes niveles.