La Singular Cláusula Laboral de Sebastián Wainraich
Sebastián Wainraich se ha convertido en un referente del entretenimiento en Argentina, destacándose en radio, televisión y teatro. Conocido por su estilo auténtico, ha sorprendido a sus seguidores con una cláusula poco común que exige en sus contratos laborales: la posibilidad de faltar al trabajo para asistir a los partidos de su querido Atlanta. En una reciente entrevista con Infobae, Wainraich confesó que su pasión por el fútbol lo lleva a revisar el fixture antes de aceptar cualquier propuesta laboral. Su dedicación es tal que no solo admite que le da vergüenza, sino que también siente un orgullo poco común por haber alcanzado la capacidad de incluir esta solicitud en sus contratos.
Durante la conversación, Wainraich se mostró reflexivo al hablar de cómo su amor por Atlanta influye en su vida profesional. Explicó que, a veces, los partidos coinciden con su horario de trabajo, lo que le ha llevado a salir de la radio antes de tiempo para poder ver el juego. Sin embargo, su sentido de responsabilidad como profesional queda claro: aunque podría ver el partido por televisión, prefiere estar presente en el estadio. Esta tensión entre su trabajo y su pasión resuena no solo en su carrera, sino también en la relación con sus hijos, quienes, aunque no son tan fanáticos como él, siguen el legado de ser hinchas del club.
Por otro lado, Wainraich también ofreció un análisis sobre los cambios en la televisión argentina, reconociendo que ha notado una disminución en la calidad y el presupuesto de los programas. Reflexionó sobre el impacto que esto tiene en la visión del público, especialmente en la generación más joven en comparación con aquellos que crecieron disfrutando de los programas de su época. Sin embargo, pese a sus críticas, mantiene un cariño especial por la televisión, reconociendo su lugar como un refugio en la vida cotidiana. Su multifacética carrera en periodismo, actuación y conducción ilustra no solo su talento, sino también una inquietud constante por explorar nuevos horizontes mientras se aferra a sus pasiones y convicciones.
