La Detención de Juan Grabois: Un Episodio Controversial en el Contexto Político Actual
El pasado sábado, la toma del Instituto Juan Domingo Perón por parte de un grupo de manifestantes, liderados por el referente del Frente Patria Grande, Juan Grabois, ocasionó una fuerte reacción por parte del Gobierno Nacional. Grabois fue aprehendido y pasó más de 12 horas detenido en la Superintendencia Federal de Investigaciones. Su arresto se dio en medio de un contexto de creciente tensión política, donde las luchas por los derechos históricos y la memoria colectiva se entremezclan con acciones gubernamentales que muchos consideran represivas. Tras su liberación, el dirigente social habló sobre el contexto de su detención y los motivos que llevaron a los manifestantes a tomar el edificio.
Durante su comparecencia ante los medios, Grabois destacó que no recibió una imputación específica y que la intervención policial careció de una orden de desalojo. Afirmó que la acusación genérica por "intrusión en un lugar donde hubo permanencia pacífica de manifestantes" resulta ofensiva e infundada. En sus declaraciones, el referente subrayó que su objetivo era reclamar el derecho a la memoria histórica, resaltando que la toma no fue violenta, sino una protesta contra lo que él considera un intento de "borrar la historia" del pueblo argentino. Esta manifestación se da en un clima donde la lucha social por el reconocimiento histórico y la preservación de espacios emblemáticos cobra una relevancia particular.
Por su parte, Luis Alejandro Rolle, jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), ofreció una versión diferente de los hechos en una conferencia de prensa. Afirmó que la operación de desalojo se justificó debido a que la toma fue violenta, destacando que un grupo de alrededor de 50 personas ingresó por la fuerza, dañando propiedad estatal y reteniendo a cuatro agentes durante el incidente. Rolle mencionó que algunos de los efectivos resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital Churruca Visca, enfatizando que hacía años que la Policía no tomaba acción en la recuperación de un bien del Estado. Esta narrativa refleja la tensión entre la búsqueda de derechos y la respuesta del Estado ante la protesta, un eje central en el debate político actual.
