En el horizonte político: Kicillof y el acercamiento a Cristina Kirchner
En el escenario político argentino, el distanciamiento entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof ha marcado un periodo de tensiones y desafíos. A pesar de no comunicarse personalmente desde el 17 de agosto, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires ha decidido dar un paso hacia una reconciliación. Sin embargo, esta decisión ha generado inquietud en el entorno de la expresidenta, quien históricamente ha manejado los tiempos y las relaciones. La última conversación entre ambos se centró en la estrategia electoral para las candidaturas a diputados nacionales, pero el clima ha cambiado, y Kicillof ahora enfrenta la presión creciente de una gobernabilidad que necesita ser asegurada.
El desdoblamiento de las elecciones del 7 de septiembre se erige como una de las decisiones que ha desafiado a Kirchner, quien ha sostenido que es preferible esperar los resultados de las elecciones del 26 de octubre antes de evaluar quién tiene la razón en este tira y afloja político. Este escenario es complicado para Kicillof, quien ha sido requerido por La Cámpora para acercarse a Kirchner, dado que su falta de visitas durante la detención domiciliaria de la expresidenta había generado malestar. La intención de retomar el diálogo sugiere que incluso en la distancia, los aspectos pragmáticos de la política son difíciles de ignorar.
El entorno del Gobernador también reconoce que el pacto de gobernabilidad es crucial en este momento, especialmente ante la falta de apoyo en la Legislatura bonaerense, donde aún no se han aprobado el Presupuesto y el endeudamiento. Mientras el clima de tensión continua, Kicillof busca evitar que una performance electoral decepcionante en octubre le otorgue a Kirchner aún más poder en la interna del kirchnerismo. La agenda a solventar es clara; un diálogo constructivo parece ser necesario para superar las diferencias que podrían amenazar la estabilidad de su gestión y el futuro del espacio político que ambos comparten.
