Inflación y la Presión de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas
El rubro de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” se ha posicionado como el principal generador de presión inflacionaria, especialmente durante el último mes del año. Según las proyecciones de diversos analistas económicos, se estima que la inflación de diciembre oscile entre 2,1% y 2,5%. Este rango es significativo, dado el impacto que tiene este sector en el índice general de precios. Los datos provienen del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central (BCRA) y han sido corroborados por informes de consultoras como Analytica, LCG y Libertad y Progreso, quienes coinciden en que el comportamiento de los precios en este rubro será fundamental para entender la dinámica inflacionaria.
Durante la cuarta semana de diciembre, se observó un aumento semanal del 0,6% en los precios de alimentos y bebidas. Esto se da en el contexto de un mes con fluctuaciones significativas, donde la cuarta semana registró un leve repunte tras una caída previa en los precios. LCG reporta que, en promedio, esta categoría alcanzó un 2,3% de inflación mensual, lo que refuerza la idea de que los alimentos y bebidas representan un desafío importante para los consumidores y la economía del país. Esta tendencia se suma a los informes que advierten sobre una inflación que se estabiliza, aunque todavía persiste una presión alta en el sector alimentario.
Las expectativas de inflación son fundamentales para entender las decisiones de consumo y ahorro de los ciudadanos. El REM anticipa un camino descendente hacia principios de 2026, sugiriendo que, a pesar de las proyecciones relativamente altas para diciembre, la situación podría mejorar en el futuro. Sin embargo, las consultoras privadas mantienen sus proyecciones por encima de la estimación del BCRA, indicando que el camino hacia una inflación más baja sigue siendo incierto y lleno de desafíos, especialmente en un contexto donde los precios de alimentos y bebidas continúan jugando un papel crucial. La atención del público y de los responsables de políticas económicas seguirá centrada en este rubro, dado su peso en el coste de vida diario.


