Emocionante respaldo a los finalistas de Gran Hermano
A pocos días de la esperada final de Gran Hermano, los cuatro finalistas vivieron una experiencia conmovedora que seguramente quedará grabada en su memoria. La producción organizó un emotivo reencuentro que reunió a los 27 participantes eliminados de la temporada, quienes volvieron a la casa para brindar apoyo y aliento a los jugadores que llegaron a la última etapa. Este reencuentro no solo representó un cierre para los eliminados, sino también un aliciente emocional para quienes aún aspiran al título, creando una atmósfera de camaradería y reflexión sobre el camino recorrido en el reality.
La actividad comenzó con los finalistas siendo trasladados al SUM, donde estaban aislados de lo que sucedía en la casa principal. Mientras tanto, los exhermanitos ingresaron al living en grupos, preparados para dejar sus mensajes de aliento en una pizarra. En un ambiente lleno de energía, los primeros en aparecer fueron “Los Causa”, quienes lideraron el grupo con su pizarra en mano. Este instante se convirtió en un festival de emociones, donde no solo se repartieron palabras de aliento, sino también bailes, risas y abrazos que evidenciaron el gran vínculo que se había formado entre los participantes a lo largo del ciclo.
Una de las sorpresas más impactantes fue la revelación de un gran cofre cubierto con una tela negra que contenía una impresionante suma de dinero, simulando el premio que se disputará en la final. Santiago del Moro, conductor del programa, reveló que la cifra total superaba los 120 millones de pesos, lo cual generó una mezcla de sorpresa y expectativa entre los finalistas. Un momento para destacar fue la reacción de Eugenia Ruiz al leer un mensaje de Juan Pablo “Devi” De Vigili, con quien había tenido un fuerte enfrentamiento antes de ser eliminada. Su mensaje, que reflejaba una reconciliación tácita, recalca que, más allá de la competencia, las relaciones humanas juegan un rol fundamental en el desarrollo del programa y en la vida misma. Las interacciones entre los exjugadores y los finalistas resaltaron el verdadero espíritu del reality, donde cada uno deja su marca, sin importar quién se lleva el premio mayor.
