El impacto del ajuste y la recesión en las empresas argentinas
La crisis económica que atraviesa Argentina bajo el mandato de Javier Milei ha dejado una huella profunda en el tejido empresarial del país. Desde el comienzo de su gobierno y con la dirección del ministro de Economía, Luis Caputo, se han cerrado más de 18 mil empresas, lo que se traduce en un alarmante promedio de 30 cierres diarios. Este fenómeno ha desencadenado la pérdida de 253.728 empleos formales en solo 18 meses, un promedio diario de 416 puestos de trabajo eliminados. Este escenario presenta una paradoja, ya que a pesar del deterioro evidente en la economía real, la narrativa oficial sigue proyectando una imagen de éxito económico.
Las pequeñas y medianas empresas, que son el motor de la economía argentina, han sido las más golpeadas por las decisiones de ajuste. La cantidad de empleadores con empleados registrados se redujo de 512.357 a 494.274, un descenso del 3,5% que demuestra la fragilidad del sector. Especialmente preocupante es el impacto en sectores clave como “Transporte y Almacenamiento,” que vio caer la cantidad de empresas en un 11,3%, o “Comercio,” que perdió 3.131 entes productivos. Otros sectores igualmente afectados incluyen “Servicios inmobiliarios” y “Construcción,” lo que evidencia una contracción generalizada.
El impacto en el empleo reflejado en las estadísticas es desolador. La fuerza laboral se ha reducido del total de 9.857.173 trabajadores registrados a 9.603.445, lo que representa una caída del 2,6%. La construcción es la sector más afectado, con una pérdida dramática de 83.803 empleos y una reducción porcentual del 17,6%. De acuerdo con los datos del CEPA, las grandes empresas han sido responsables del 65,6% de los despidos, en contraste con un 34,4% procedente de las empresas más pequeñas. Curiosamente, aunque las grandes corporaciones han hecho recortes, su reducción de personal del 3,5% es menos pronunciada que la de sus contrapartes más pequeñas, lo que sugiere que el impacto del ajuste es más severo para aquellos que suelen tener menos recursos para afrontar la adversidad económica.