El Atroz Ataque en Florencio Varela: Un Encuentro Fatídico
Un Encuentro que Prometía la Paz
El pasado lunes, Florencio Varela se convirtió en el escenario de un incidente desgarrador: Cristian Eleazar Gómez Núñez, de 32 años, fue brutalmente atacado. En un intento por “aclarar una situación” complicada, fue invitado a la vivienda de Néstor Sebastián Cabañas, exmarido de su pareja. Lo que parecía ser una oportunidad para reconciliar diferencias se convirtió en una tragedia que marcaría a toda una comunidad. Cabañas y su hijo de cinco años estaban preparados para iniciar una nueva etapa al mudarse junto a Cristian y su exmujer, pero la tensión latente entre ellos pronto se desbordó.
La Violencia que Sacudió a la Comunidad
Durante la reunión, las palabras se tornaron conflictivas y, en un instante, Cabañas atacó a Gómez Núñez con un machete, propinándole dos heridas devastadoras. Una en el abdomen y otra en el pecho fueron suficientes para dejar huellas imborrables en el cuerpo de su víctima. Lo más impactante de este acto violento fue que el pequeño hijo de Cabañas fue testigo del ataque, presenciando cómo su padre se transformaba en un ser de terror. Aunque la familia de la víctima ha manifestado que el agresor intentó desviar la gravedad de sus acciones hacia el niño, estas declaraciones solo suman a la escalofriante realidad de la violencia.
Justicia y temor a la Impunidad
Cristian fue trasladado de urgencia al Hospital Mi Pueblo, donde lamentablemente los médicos confirmaron que había sufrido un shock hipovolémico severo como consecuencia de las heridas. La comunidad se encuentra en un estado de shock ante el suceso, y la familia de Gómez Núñez clama por justicia. La investigación ya está en curso, a cargo de la UFI N°5 de Florencio Varela bajo el mando del fiscal Federico Pagliuca, quien cuenta con evidencia sustancial que sugiere que este ataque no fue un hecho aislado. La preocupación por una posible impunidad del sistema judicial agobia a aquellos que conocen esta historia, dejando en el aire interrogantes sobre la seguridad y la justicia en la región.
Este trágico acontecimiento nos recuerda la fragilidad de la vida y las terribles repercusiones que la violencia puede acarrear en la sociedad.


