Amenazas en el Periodismo: El Caso de Felicitas Bonavitta
La periodista Felicitas Bonavitta se encuentra en el ojo de la tormenta tras recibir una grave amenaza a través de redes sociales. Este desafortunado episodio comenzó cuando Bonavitta presentó un informe sobre los antecedentes penales de la diputada libertaria Lorena Villaverde en su programa Bonavitta 530, que se emite por AM 530 todos los días de 12 a 14 horas. La amenaza, proveniente del usuario identificado como Gonzalo Zalazar, no solo fue violenta, sino que también contenía un mensaje aterrador en el que afirmaba que Bonavitta “merece ser descuartizada”.
La Reacción de la Comunidad Periodística
El valiente paso de Bonavitta al hacer pública la amenaza, mediante un posteo en sus redes sociales, llevó a que la periodista formalizara una denuncia ante la Justicia. Según informaciones del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), el caso fue asignado al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°7, demandando así la atención necesaria ante un hecho alarmante. La reacción inmediata de la dirección de AM 530, perteneciente a la Asociación Madres de Plaza de Mayo, destacó la importancia del respaldo a su compañera: “el más enérgico repudio” y el apoyo incondicional al ejercicio del periodismo en un entorno tan hostil.
Implicaciones de la Violencia Digital
Las muestras de solidaridad no se hicieron esperar, con colegas de varios medios, legisladores de diferentes fuerzas políticas y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) ofreciendo su apoyo a Bonavitta. FOPEA también condenó enérgicamente las amenazas de muerte y exigió un rápido accionar judicial, resaltando la necesidad de garantías para la periodista y su familia ante la gravedad del caso. Este episodio pone de manifiesto una preocupante tendencia: el aumento de la violencia digital dirigida a mujeres periodistas. Como advirtió FOPEA, las mujeres en el periodismo se enfrentan a una doble vulnerabilidad debido a su oficio y su género, lo que no solo afecta su seguridad personal, sino también la libertad de expresión en un contexto marcado por el aumento de discursos de odio y violencia de género.